Aunque muchos piensen que tener un apellido tan reconocido a nivel nacional e internacional podría tener beneficios, privilegios y una vida de regalías la familia Massú nunca se ha sentido favorecida. Sin ir más lejos Stefano, hermano menor de Nicolás, confiesa que cuando sale a bailar o compartir con sus amigos respeta la fila de entrada como cualquier otro joven. Y es que la justificación para esto no es más que la simpatía y la sencillez de quienes ante cualquier fotografía o pregunta no tendrán jamás una negativa.
Stefano Massú recuerda que desde los 12 años nunca se perdió algún partido o viaje de Nicolás. Aunque en un principio fue un estigma ser "el hermano de", declara que nunca se sintió ofendido o extraño, para él siempre fue y será un orgullo. Para Jorge en cambio, hermano mayor de ambos, la fama del deportista de la familia la vivió absolutamente completa, no quedando más alternativa para él que asumir que sus vidas tendrían un cambio drástico y así también la relación con las personas en la calle. Nunca temió ser conocido como confiesa Stefano, porque él siempre ha sido afamado en la Ciudad Jardín y Santiago, por lo que la fama del notable deportista sólo trajo consigo una nueva responsabilidad, "porque no es que lo diga yo, pero somos simpáticos", asevera entre risas.
De lo poco, bueno
Stefano ha aprendido a lo largo de estos años de vida mediática que siempre hay gente que se acerca a él por el apellido, pero advierte que ha creado una especie de tercer ojo para identificar a quienes de verdad quieren su amistad. Pero sus grandes camaradas siempre han sido sus hermanos y si algo le entusiasma del retiro de Nicolás es el tiempo que tendrán ahora para compartir en casa, sin pensar en viajes, competencias y con una vida absolutamente normal. Nos cuenta que el vampiro está muy tranquilo tras la conferencia de prensa, pero aún no absorbe la decisión que tomó porque los medios no han parado de llamarlo, asegura que recién cuando se enfrente por última vez en las canchas asumirá su decisión de finalizar su carrera profesional. "Ese será un nuevo reto", afirma.
Para la Tía Sonia, en cambio, la vida social es muy importante y gusta de estar con buenas y numerosas amistades a su alrededor, pero para ella la bendición más grande que pudo tener es el vínculo que ha logrado entre sus hijos, a quienes siempre ha visto apoyarse en las buenas y en las malas. Y aunque siendo 100% madre nos cuenta que lleva una vida trivial, donde el Mall y Patronato son sus destinos predilectos si de llenar su armario hablamos, y es que las tiendas tradicionales son la verdadera opción de compra para esta sencilla mujer. "La gente se sorprende, pero no soy marquera", arguye Sonia.
La promesa sin cumplir
Desde que Nicolás Massú logró las dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, que ha sonado con bombos y platillos la iniciativa de honrar al jugador viñamarino con su nombre en una de las calles. Para Sonia Fried, su madre, esta tendría que ser la más grande y ancha, lo que casualmente podría recordar más aún las inolvidables palabras de Solabarrieta cuando llorando gritó: "Ancha, ancha esa pelota… y es oro para Chile".
Pero también ha sido noticia estos días que la remodelación del Estadio en Sausalito podría ser rebautizado con el nombre del prestigioso tenista, lo cierto es que la familia por completo considera que tratándose de un espacio para los amantes del fútbol lo apropiado sería considerar a un emblema del balón pie. No obstante, los Massú están inmensamente felices de todo lo que han pensado y hecho por mantener en lo más alto de la ciudad el nombre de este apasionado jugador.
La tía Sonia ya tiene su plan en mente y nos confesó que siempre ha querido hacer un museo con los premios y algunas pertenencias de la carrera de su hijo en muestra del apoyo incondicional que siempre ha brindado el país a Nicolás. Aunque es un sueño que recién comienza a planificar con determinación espera poder concretar muy pronto el anhelo que ha tenido desde que el tenista se incorporó a las canchas de manera profesional.
El jugador tenía sólo 6 años cuando su abuelo lo comenzó a llevar a entrenar, "el siempre destacó en todo lo que hacía", comenta Stefano quien acompañó a su hermano desde su aventura de aprendizaje. El tiempo avanzó rápidamente y aunque el talento era evidente Manuel Massú, su padre, jamás imaginó todo lo que iba a lograr.
Cuando internacionalizó su carrera, con los dos triunfos que cosechó mientras jugaba en la división Junior, la vida de los Massú tiene un giro en torno a él, viajes familiares para verlo competir eran pan de cada día y los gritos de alientos eran infaltables. Manuel, tenía una tienda de Textil, pero la cerró para dedicarse de lleno a proteger cada recorrido del gurú del deporte. Así, su padre, hermanos y madre han sido juntos el pilar fundamental en su vida, ya que con una relación familiar envidiable siempre se ocuparon de lo que fuera necesario para que su pequeño gigante avanzara lo más que pudiera.
El adiós
Nicolás Massú volvió a sacar lágrimas en miles de chilenos, cuando en una emocionante encuentro anunció su renuncia. Aunque muchos medios ya lo predecían y ponían en duda la permanencia del deportista en el tenis profesional nadie imaginaba lo melancólico que sería su discurso. Y es que Massú más que jugar por él, siempre lo hizo por Chile y así la gente lo reconoció durante toda su carrera. Tras 17 años de juego el viñamarino afirmó que era hora de despedirse, el momento indicado para comenzar a preparar a nuevas generaciones y por qué no tener el privilegio de ser capitán del equipo de Copa Davis.
La sorpresiva conferencia de prensa, que tuvo asistencia total de los medios de comunicación, no dejó a nadie indiferente ya que en cuanto titubeo sus primeras palabras, la sensibilidad que caracteriza al tenista dejó ver toda su emoción por el inmenso e incondicional apoyo entregado en cada partido que disputó por su país. Con sus dos emblemáticas medallas de oro colgadas al cuello, el vampiro despidió ante familiares, amigos y una concurrida cita la que ha sido su mejor etapa en la vida.
Así, la vida de los Massú, aunque lejos de ser olvidada, nunca ha cambiado ni cambiará los valores familiares ni la forma de ser de quienes en el lugar que estén se comportan y muestran tal como son, lo que ha justificado que todo Chile se encariñe no sólo con la figura deportiva de Nicolás.