Natalia González es la "Barbie viñamarina"
A sus 24 años, ha coleccionado más de 200 muñecas fabricadas por la compañía Mattel. Ella admira a la rubia: "Ha hecho alrededor de cien carreras y sin la ayuda de ningún hombre, o sea... ¡es seca!".
En la parte alta de Forestal, en Viña del Mar, vive una joven de 24 años, llamada Natalia González, quien tuvo su primera muñeca Barbie al cumplir cinco años de edad.
El regalo, el objeto más deseado por las niñas de la época, se transformó en su gran amiga, pero con el tiempo se convirtió para ella en un simbólico ejemplo a seguir. Por eso, un día cualquiera, decidió que las quería todas, con sus distintas vestimentas y accesorios.
Alrededor del mediodía, Natalia, "Naty" para los amigos, está en la habitación de su casa, ordenando una repisa llena de muñecas que poseen un cuerpo escultural. Saluda algo nerviosa y su mamá, que la observa desde la puerta, suspira, asegurando que su hija es fanática de la llamada "mujer perfecta".
Naty responde con una sonrisa y agrega que faltan varias en la repisa. "Son muchas más, pero no tengo espacio para colocarlas... Están apiladas en varias cajas, porque son más de doscientas", explica emocionada.
Barbie viñamarina
En la colección que se puede apreciar a un costado de su cama, hay muñecas de distintas personalidades y profesiones: la rockera, la diseñadora, la política, la empresaria, la bailarina, la mamá regia, la doctora y un largo etcétera.
"Quizás yo no soy de esas coleccionistas que se fijan en los años y en la exclusividad de las piezas, pero sí le he puesto harto corazón a esto. Tengo incluso un par de las Barbie Malibú, originales de los años "70, que me encantan. Para mí, lo más lindo de esto han sido las Barbies que me han regalado familiares cercanos y amigas. Creo que eso hace que una colección tenga más sentido que juntar por juntar", reflexiona la joven.
Naty está maquillada con los mismos tonos que ocupa la muñeca.
-Andas vestida y maquillada como la Barbie...
-¿Ah, sí? Jajajá, ¡es que me encanta ella! Mis profes en la universidad me molestan y me dicen Barbie, porque me encanta el rosado... Mis amigos también a veces me dicen.
-Eres la Barbie viñamarina, entonces
-¡Jajajajá!
La coleccionista, estudia Diseño Industrial y cree que este gusto por la muñeca de Mattel puede servirle de inspiración.
"Me han invitado dos veces a la HobbyCon para mostrar la colección y he sido muy feliz por eso, porque las niñas se revolucionan al verlas, porque por lo general son puras colecciones de hombres. Además, esto impulsa lo que estoy estudiando, porque confecciono yo misma las escenografías, como pasarelas de modas y cosas por ese estilo", apunta.
Candidata presidencial
Una de las Barbies que destaca es la "candidata presidencial", que como buena fanática, ha estudiado con detención.
"Esta muñeca es genial porque muestra la cúspide del éxito de Barbie. Está vestida con un traje de dos piezas y es la primera Barbie que no usa tacos, pues los cambia por los zapatos terraplén para andar más en terreno, estar más cerca de las personas. Es inteligente, activa, enérgica", detalla.
Las otras Barbies que Naty estima son las que imitan looks de Marilyn Monroe, la Mujer Maravilla y Sandy, de "Grease", entre otras.
"Desde que empecé a coleccionar estas muñecas, me interioricé harto en su historia. Por ejemplo, acá tengo una muñeca embarazada, pero no es la Barbie en sí, es su mejor amiga. La Barbie no se embaraza ni se casa porque es práctica. Ha hecho alrededor de cien carreras y sin la ayuda de ningún hombre, o sea... ¡es seca!", exclama la viñamarina.
Cabe señalar que Naty tiene un solo Ken, el novio de Barbie. No es porque tenga algo en contra de los hombres, indica, sino porque encuentra que es "cero aporte".
"El Ken sin la Barbie no es nada. Si ella no está, él no vale... De hecho, en los años "90, la Barbie lo pateó por fome, porque se aburrió y recién el año pasado, luego de que él le insistiera, volvieron. Por eso tengo un solo Ken, como obligada, porque en esa colección (llamada "¡Dijo que sí!") la Barbie viene acompañada con él...", manifiesta Naty.
En cuanto al dinero que ha gastado en estas muñecas, la joven prefiere no sacar cuentas.
"He comprado en distintas tiendas de acá en Chile, como en el extranjero. No quiero calcular cuánta plata me he gastado porque mi papá se puede enojar... Pero ha sido harta, porque incluso, como a mí me gusta el rosado y todo lo que tenga que ver con Barbie, me he comprado lápices, zapatos, ¡hasta una impresora!", señala entre risas.
Gran Habitación
Su familia la apoya en esta aventura y hasta los pololos que ha tenido se han animado a jugar con las muñecas.
"Tuve un ex al que le encantaba jugar con mis Barbies, jajajá... Era raro, pero le encantaba cambiarles la ropa, ponerles las bota de una a otra, cambiar los vestidos, transformar los looks de las muñecas. Yo lo dejaba no más, pero siempre me daba cuenta qué le cambiaba", asegura.
Para el futuro, a Natalia Espinoza le gustaría tener una gran habitación para colocar las muñecas y que otras personas puedan venir a verlas.
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"Ha sido un largo y extenso trabajo. Yo misma he restaurado muñecas que han estado en muy mal estado... Es que uno les agarra cariño, por eso quiero seguir coleccionando y adquiriendo Barbies, para luego montar algo y otros las puedan conocer. Quizás puede ser algo infantil para muchos, pero yo soy feliz, porque de verdad encuentro que Barbie es una gran mujer. No se complica por nada, va por la vida haciendo lo que quiere, conquistando éxitos", argumenta. j
"La Barbie no se embaraza ni se casa porque es práctica". Natalia Espinoza, coleccionista de Barbies.