Estos actores sí que la revuelven en Valparaíso
Comandos militares en plaza A. Pinto, un funeral arriba de una micro y una peleada boda con dos novias en el Cardonal... ¿qué está pasando en las calles porteñas?
Me encuentro en un céntrico supermercado de Valparaíso y mientras hago la larga y tediosa fila para el pan, veo que una mujer duerme plácidamente al interior de un carro. Luego recorro el resto del local y veo que otros jóvenes están tirados en el suelo, como intentando iniciar una siesta. De la nada, el grupo, compuesto entre seis y siete personas, se levanta y se va. Se pierden por las calles de Valparaíso justo cuando los guardias del supermercado se ponían algo nerviosos y comenzaban a comunicarse en forma reiterada por sus radios de bolsillo.
Otra: es poco antes del mediodía y una tropa de comandos, vestidos de uniforme y con las caras mimetizadas, avanza sigilosa por la plaza Aníbal Pinto. Algunos se esconden detrás de los postes y otros, tras las bancas o el kiosco. Cuando el semáforo de la luz verde peatonal, cruzan raudos a la otra vereda y comienzan a ayudar a las personas a atravesar la calle. Incluso un par de comandos toma a una señora en andas para llevarla a salvo a la otra orilla. Luego, desaparecen tan rápido como llegaron.
Otra: una larga fila de dolientes recorre las calles de Valparaíso, portando un ataúd. Incluso se suben a un micro, con féretro y todo, acompañados por un acordeonista que toca en homenaje al finado, ante la asombrada mirada de los pasajeros.
¿Una más? Un novio que intenta casarse con dos mujeres provoca airadas reacciones en el Mercado Cardonal. Las mujeres, vestidas de novias, se agarran de las mechas en plena calle, mientras feriantes y espectadores intervienen en el conflicto, vilipendiando el novio.
Es probable que, en el transcurso de los últimos días, usted haya sido de estas extrañas escenas en plena calle, que a muchos han hecho pensar que se trata de situaciones reales.
Pero todo lo anterior formó parte de una original intervención teatral y urbana, a cargo del Centro Cultural Invasión Callejera, como parte del Festival de Invasión Callejera que se efectúa en octubre en Valparaíso.
Rodolfo Meneses, más conocido por todos como el Mimo Tuga, es el director del Centro Cultural Invasión Callejera y, al terminar una de las reuniones de pauta del grupo de actores para preparar una nueva intervención, nos recibe para hablar del festival y las intervenciones callejeras.
"Queremos levantar el arte callejero y hacerle saber a la gente que es más que un chinchinero o un mino. Queremos ampliar el teatro de calle y una de las formas de ampliarlo es la intervención", señala Meneses.
maestros franceses
La idea estas intervenciones nace en Europa, y fue precisamente en dicho continente que el Mimo Tuga y su equipo se percataron de que había un nicho que querían traer a Chile.
"De los viajes a Europa que hacemos, en Francia conocimos a l Théâtre de l"Unité y los invitamos a venir a Chile y a participar de este festival. Es segunda vez que viene, pero en esta oportunidad hicimos un proyecto específico de formación de actores por medios del Consejo de la Cultura, mediante un Fondart, en donde hemos estado junto a ellos durante tres semanas y en el fondo costear todo lo que significa traerlos desde Francia hasta Valparaíso", agrega Meneses.
Con la presencia de los maestros franceses del Théâtre de l"Unité, los con directores Hervée de Lafond y Jacques Livchine, se hizo una residencia de tres semanas con dos grupos: uno con talleres para gente con no tenía experiencia en teatro de calle y otro, con personas con formación.
"La idea era tener pautas claras, salir a la calle e intervenir sin dejar la cagá (sic), sino que meternos en el engranaje de la calle y de ahí poder ir agrando la experiencia", señala Meneses.
Las intervenciones, que en su mayoría se realizaron en el plan de Valparaíso y en sectores populares, como Montedónico, fueron recibidas de muy buena manera por el público; tanto así que la maestra francesa y co directora del Théâtre de l"Unité, Hervé de Lafond, señaló que el público porteño "es uno de los más maravillosos y efusivos del mundo. Hemos viajado por muchas parte del mundo, pero de verdad te digo que el público chileno es muy entusiasta, sólo comparable quizás con el de Israel. Fue una cosa única, porque el público encendió de inmediato, se compenetró de manera muy rápida con los actores".
La destacada artista francesa agrega que "eso sí, el público que se enciende de inmediato y que participa es el popular, del ámbito de calle o de cerro. Es más, en un momento en que estábamos haciendo una intervención en el Mercado Cardonal, yo ya no distinguía quiénes eran los actores y quiénes eran el público; fue una cosa realmente genial. Me llevo los mejores recuerdos de Valparaíso y de su gente y si me invitan una tercera vez, que no les quepa duda de que volvería, porque si debo ser honesta hubo sólo dos cosas que no me gustaron de Valparaíso: las escaleras de subida al final de una jornada de trabajo y el viento" (ríe).
Meneses apunta que el teatro callejero requiere ser profesionalizado, "que no por estar en la calle sea el hermano pobre del teatro de sala", dice. "Con los años se ha ido creando esta necesidad de ver arte y teatro en la calle. Por ejemplo, el tipo que sale de la pega y se encuentra con una representación como la que hacemos lo agradece porque en el fondo le cambiamos la rutina del día y de todos sus días; llega a la casa y lo comenta con los suyos y así se va generado este interés por las cosas y proyectos que hacemos".
El Théâtre de l"Unité fue creado en 1969 por Jacques Livchine en Francia y desde entonces ha recorrido prácticamente todo el mundo llevando el teatro a las calles.
Antes de Chile, los integrantes del Théâtre de l"Unité estuvieron de paso por Haití en donde también llevaron a cabo un trabajo de intervención con los habitantes de algunos poblados.
Théâtre de l'unité