La gran mayoría
Así de simple: no me levanté a votar. Fui a comprar un rico asado y salí con mi familia a pasear, mientras el resto estaba pendiente de lo que pasa en el mundo político.
Asomamos de a poco, pero ganamos en esta vuelta: somos "la gran mayoría", no necesitamos conocernos, no necesitamos hacer huelga, no necesitamos tirar piedras contra carabineros, ni AC. Basta con este pequeño gran gesto para poner nerviosos a quienes nos regirán, ahora a cumplir las promesas de campaña. Pero me asalta tan solo una duda: ¿qué grado de autonomía puede tener un gobierno cuya campaña fue financiada por las grandes empresas? (Enersis, Cencosud, CCU, Endesa Chile, etcétera). Además de buscar influencia en la toma de decisiones, en algún momento tendrá que ser devuelta la mano. Este gobierno se convertirá en lacayo de las grandes empresas. Creo que voy a echar de menos las piñericosas.