Se corrió la voz en las redes sociales: Lizzie Velásquez, 24 años, nativa de Texas, Estados Unidos, fue nominada como la mujer más fea del mundo.
Ella se enteró. Y, en lugar de derrumbarse, de hundirse anímicamente, de encerrarse en su casa y evitar el contacto social, Lizzie optó por el camino opuesto. Y así la mujer calificada cruelmente como la más fea del planeta salió a dar la cara.
Lo que ocurre es que su aspecto físico tiene una explicación científica: Lizzie padece una extraña enfermedad que le deformó la cara y le impide aumentar de peso. Pesa 29 kilos, tiene ojos de distinto color y escaso mentón.
Pese a todo, Lizzie, hace unos días, tomó un micrófono y dictó una conferencia ejemplar. Y así esta mujer, que ya escribió un libro llamado "Sé bella, sé tú misma", en el cual toca hondamente el tema de la belleza, se refirió a los insultos que ha recibido por su rostro y contó cómo se sobrepuso a la ola de sarcasmos.
"Usé la negatividad de quienes me decían que no podía hacer esto para prender mi fuego, para motivarme", confesó en un momento, frente a un auditorio hipnotizado.
Lo que hizo fue dar vuelta el concepto corriente de la belleza. Y en la búsqueda lo enfocó hacia una palabra mayor: la felicidad. La felicidad, señaló, no tiene que ver con lo bonito de un cuerpo. La felicidad abarca mucho más. La felicidad es una meta a la que también pueden acceder los que no son agraciados.
Y sacó aplausos.
Y demostró que el cliché más viejo del mundo no está gastado: la belleza interna siempre es la que prevalece. Una potente espiritualidad puede derrumbar cualquier trauma.
Respondió las ofensas con clase y maestría. En ningún momento se puso agresiva. Y terminó ovacionada, convertida, sin querer, en toda una belleza.
Lizzie Velásquez se ha transformado en un ícono de la fortaleza mental en Estados Unidos. Tras ser brutalmente insultada por su aspecto, Lizzie comenzó a brindar charlas de motivación en colegios y en todo tipo de instituciones. Se transformó en una celebridad y su libro alcanzó la categoría de superventas.
Exitosa