Patrimonio humano
Escribo por la primera vez de mi vida a un diario, para denunciar las palabras de Paulina Kaplán, hablando de los comercios itinerantes como cosas débiles, cuando hay malls y malls en construcción, matando realmente la cultura popular, original y propia a cada ciudad, en Chiloé o Valparaíso. ¿Cómo se puede pensar y decir, de parte de una persona que se pretende reflexiva, intelectual y, más grave, encargada del patrimonio, que una persona quien quiere subsistir con su familia, ocupando un metro cuadrado de la calle, es mala? Qué vergüenza cuando sabemos que el real patrimonio humano es esta familia de quienes, unos y otros, componen nuestra sociedad propia, ¡una propia identidad porteña! Valparaíso es una ciudad porteña, humilde, un ratito chora y la real convivencia se da en la calle. ¡No es Bellavista! Las calles Yungay, el mercado Cardonal, la calle Uruguay, todas son la vida, la lucha para subsistir y de esta manera estar en real relación con el visitante. Si estoy hoy día enamorado de Valparaíso ¡es porque hay estas calles! No por el "imperio" de helados y cafés nuevos que se puede encontrar en Miami o Barcelona y especialistas de completos que parecen, a la vista de la señora, más importantes que una librería. ¡Pucha qué tristeza po"h!