Un nuevo cambio deberá enfrentar la librería 'Ivens', uno de los más emblemáticos locales del comercio porteño, que hace un año debió dejar su tradicional local de plaza Aníbal Pinto -donde hoy se instalará una cadena de comida-, para trasladarse a un nuevo espacio, en subida Almirante Montt.
Su dueño, Víctor Hugo Bustamante, dice que está cansado y que ya llegó el momento de vender su negocio y retirarse del rubro. La cifra que pide es $57 millones por el derecho a llave, los cuales espera sean pagados por un porteño que desee seguir construyendo la historia de esta famosa librería.
'Sinceramente, yo pienso que todos estamos viejos y cansados, hasta algo aburridos de los libros... Por ejemplo, el dueño de la librería 'Crisis' está enfermo por el polvo de los libros. Don Luis Benavente, dueño de la librería 'Ateneo', trabaja en ese cuchitril que tiene y que funciona muy bien, pero lleva sentado 40 años de la misma forma... Y bueno, hay otros casos como la librería 'Orellana' que cerró, junto a la librería 'Universitaria' y la 'Jurídica'', manifiesta Bustamante, desde el interior de la 'Ivens', actualmente ubicada en Almirante Montt 33.
Respecto a lo que entrega por $57 millones, el porteño es claro: todo.
'Yo vendo absolutamente todo, es decir, entrego la llave a un precio regalado para 120 años de historia. Yo calculo que aquí hay 40 millones de pesos en libros, pero ni siquiera quiero hacer inventario porque me da pena', comenta.
Cuando venda, Víctor Hugo planea instalarse a descansar en sus parcelas. 'Tengo cuatro parcelas cerca de Tunquén y me quiero ir a vivir ahí porque estoy cansado. Este asunto es duro porque además el título del Patrimonio de la Humanidad no ayuda en nada, al contrario, perjudica porque suben los arriendos y si se incendia Valpo, bajan las ventas y la autoestima en donde uno se pregunta para qué sigo aquí si ya tengo 64 años', expresa ofuscado.
Sin embargo, pese a su agotamiento, Bustamante está agradecido de la fiel clientela. 'No me voy porque la gente no compra ni valora, ya que cuando me fui de la Plaza Aníbal Pinto, todo Valpo se levantó manifestándose y estoy muy agradecido por eso. Mi deseo es que la persona que compre sea porteña y siga con la librería que ha tenido cuatro dueños distintos y seis locaciones distintas', señala esperanzado. J