Calles de la Villa La Cruz en Reñaca se convierten en ríos cuando llueve
Juan Jordán C.
l '¡Estoy chato de vivir en este cerro!', es la frase que a viva voz lanza el conductor de una camioneta Boxer que ayer, al igual que otros tantos vehículos quedó atrapado en medio de las zanjas provocadas por la lluvia sobre el terreno gredoso que constituye la totalidad de las arterias de las poblaciones Villa Oriente y Villa La Cruz en Reñaca Alto, donde hace unos 15 años viven más de mil familias en condición irregular.
La reacción del joven conductor es natural. Cada vez que llueve, la calle Lago Rapel al igual que el resto de la precaria vialidad de estas poblaciones, se convierte en zanjas profundas, por donde escurre el agua buscando la salida.
Los vecinos del sector se sorprenden de que la caída de una vaca sí convoque la llegada de los medios de comunicación y de las autoridades y no así la urgencia de los habitantes de transitar por calles iluminadas y en buenas condiciones.
Jovina Almonacid, presidenta del Comité Alto El Mirador, explica la molestia de sus vecinos, precisando que si bien entienden que estén limitados por encontrarse en situación irregular, lo que piden es que la vialidad pueda mantenerse en mejor condición, pues transitar en días de lluvia, se hace imposible.
'Si llegáramos a tener una urgencia los vehículos no pueden llegar. Estamos aislados. No queremos que nos regalen nada, pero sí que puedan estabilizar el terreno', solicitó la dirigente. J