Cervecería O'H
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Es habitual ver en todas las ciudades fuentes de soda o locales que tienen como público objetivo, básicamente, a jóvenes universitarios y que su fuerte es la venta de cervezas. Sin embargo, hay pocos lugares en la región que efectivamente se pueden denominar cervecería, ya que este rótulo va más allá de tener a disposición de los clientes variedades de esta bebida alcohólica, sino que comprende varios atributos.
En el plan de Viña del Mar y de fácil acceso para la gente, encontramos el O'H, una auténtica cervecería. De ornamentación rústica y simple, pero quizá algo típica para este tipo de lugares, con adornos alusivos a esta temática colgados en las paredes y la madera como elemento principal. Con más de una década de funcionamiento, todavía la cerveza artesanal sigue siendo su mejor carta de presentación. Como dicen ellos, son el ícono de Kunstmann en la región.
Podemos encontrar Lager, que es la rubia tradicional, con y sin filtrar; Bock (negra) y la elegida para esta oportunidad: la Torobayo, que es acaramelada. También hay con sabores.
Para empezar nos pedimos un pitcher. De muy buena temperatura e ideal para compartir. Para comer pedimos unos crudos y unas papas fritas. Los crudos cumplieron, pero no destacan. Compuestos de carne molida y picada, que aporta en la textura del plato, aliñada con limón, aceite, cebolla y pepinillo. El plato está bueno, pero le faltan sabores más definidos y aliños en la mesa que permitan arreglarlo a gusto (mostaza, limón, tabasco, entre otros). Las papas muy buenas, crocantes por fuera y blandas por dentro.
Es agradable ver que locales como éste se mantienen en el tiempo. En sus mesas encontramos gente de todas las edades, compartiendo informalmente, ya sea en la parte interior de la casa como en lo que alguna vez fue patio. Obviamente el fuerte son las cervezas, el ambiente y ese 'no sé qué' que tienen algunos locales, que siendo simples, destacan sobre el resto. Quizá sea este factor el que hace que sea una verdadera cervecería.