El año 2013, tres años después de que, junto a 32 de sus compañeros, fuera rescatado tras permanecer 70 días atrapado en una mina de Copiapó, Edison Fernando Peña Villarroel decidió abandonar la fortuita fama que consiguió tras esa accidental hazaña, refugiándose en la localidad de Ventanas, en Puchuncaví.
La idea del ex minero, fanático de Elvis Presley y el running, era idealmente retomar su vida tal cual era antes del derrumbe, la cápsula y la fama mundial que no buscaba. Hasta este fin de semana, se podría decir que Peña lo estaba logrando: vivía como un vecino más, alejado del ruido y las cámaras, hasta que un suceso que él calificó como 'un malentendido' lo volvió a exponer a la luz pública.
El domingo en la noche, Edison Peña se encontraba en su casa junto a su conviviente, una mujer de 57 años identificada como M.P.P.O. El consumo de alcohol por parte de Peña habría alterado los ánimos y una discusión entre ambos habría terminado con la mujer denunciándolo por agresión en un retén policial de Ventanas.
El ex minero fue detenido por carabineros y ayer fue trasladado hasta el Tribunal de Garantía de Quintero donde el fiscal (s), Iván Morales, decidió no formalizar investigación en su contra porque, tal como lo explicó, la supuesta víctima, no presentaba lesiones físicas.
'En virtud de eso, existe un artículo en la Ley de Violencia Intrafamiliar y como Fiscalía tenemos el deber de proteger a la víctima y es por eso que hemos pedido la incompetencia del tribunal de Garantía, dado que el tribunal competente es el Tribunal de Familia', precisó el persecutor.
Edison Peña fue dejado en libertad inmediatamente concluida la audiencia y se retiró del tribunal visiblemente molesto y avergonzado, respondiendo simplemente que se había tratado de un 'malentendido' y pidiendo que lo dejaran tranquilo. J