Nelson Acosta, desde el campo, con una bota en el barro y otra en el sillón, ha visto el mundial con la chimenea prendida y asegura no haberse sorprendido con ningún equipo. A lo sumo, reconoce un encandilamiento fugaz con Costa Rica ('Tienen ganas'), un enamoramiento táctico con Holanda ('Esperaba menos de ellos') y un sutil fervor por la entereza alemana ('Van adelante'). Asume una fuerte decepción con Argentina ('Se apagaron'), con Inglaterra ('No mostraron nada'), con Italia ('No parece Italia') y con Brasil ('Chis, es puro Neymar').
-Es un buen equipo. Lástima que no pasaron más allá. Uno tiende a esperar más de este gran plantel. Ojalá los muchachos ganen la Copa América.
-¿Historia?. El salto de don Nelson es evidente.
-Van a pasar los días, amigo, y todo seguirá igual. Esto es así.
-Siempre, pase lo que pase, al final quedan los números.
Don Nelson piensa que es destacable el juego que mostró Chile. Hubiese vibrado con un resultado más impresionante. Alaba el empeño, el coraje y los partidos épicos. Elogia a Sánchez y a Medel, aplaude al cuerpo técnico. Pero, señores, las matemáticas son las matemáticas. Lo dice el entrenador de Chile en Francia 98: 'En Brasil vi a una Roja con garra y madura. Pero, finalmente, llegamos todos al mismo lugar: este Chile se suma al grupo de los que llegaron a octavos'.
-Son equipos distintos. El Chile de este mundial cuenta con muchas figuras que tienen roce internacional. El Chile que dirigí era casi todo local. Y jugamos un partido tremendo con Italia. Clasificamos y nos sacó un gran Brasil.
Esto piensa don Nelson del Brasil de 1998: 'Un equipo lleno de figuras. Ronaldo, Cafú, Roberto Carlos, tantos'. Esto piensa del Brasil de 2014: 'Neymar está solo. El resto, nada'. No lo duda: 'El Brasil del 98 era tremendamente más complicado que el de ahora'.
-Nadie. Al menos en los logros fuera de Chile.
-Suena feo que lo diga yo, pero sí.
-En datos concretos: fui el primero en lograr resultados en Argentina, llegué a octavos en el Mundial, obtuve una medalla olímpica. En fin. Son logros objetivos, qué quiere que le diga.
-Yo, al menos, nunca me olvido.
-Chis, y qué otra cosa le queda a uno después…
Lanza una carcajada, exige que apoyemos a Chile, que unamos fuerzas, y desea suerte al plantel. 'Este es un mundial muy raro', concluye pensativo el ex entrenador de Chile que, matemáticamente, sigue siendo insuperable. J