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Mini cuentos vuelvena ser los protagonistas

mónica zamora

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Un paradero de micros, una peligrosa escala, una catástrofe, el puente de un ascensor, la ventana vecina, el gato en el techo. Los temas para inspirarse son tan variados que todos pueden ser escritores en esta ciudad. Sólo basta atreverse y en pocas palabras contar una historia.

Ese es el espíritu del concurso 'Cuéntame Valparaíso' que ya va en su sexta edición y en el que se podrá participar presentando los mini cuentos de 150 palabras entre el 7 de julio y el 3 de septiembre.

Este certamen literario es organizado por El Mercurio de Valparaíso, en conjunto con la Universidad de Valparaíso y es patrocinado por Cuenta con el auspicio de la empresa portuaria Puerto Valparaíso, Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) y por primer año la Biblioteca Severín de Valparaíso, que se encargará de exhibir y difundir los cuentos.

La presentación de esta nueva versión del 'Cuéntame Valparaíso' se realizó ayer en la sala El Farol de la Universidad de Valparaíso. En la oportunidad, el rector de dicha casa de estudios, Aldo Valle, aseguró que este concurso literario es una de las iniciativas más importantes en las que participa la universidad y destacó la relevancia que tiene para una ciudad que se cuenten historias que les son comunes.

Este año el concurso está dividido en tres categorías. 'Escolar': octavo básico a cuarto medio; 'Libre': Desde 12 años en adelante y 'Cuentos de Puerto y Mar': Desde 12 años en adelante. Habrá cinco finalistas por categoría, los que serán seleccionados por un jurado especializado, mientras que el ganador será elegido por los lectores que ingresen a la página de www.cuentamevalparaiso.cl.

La entrega de los resultados se realizará en un evento de clausura programado para el mes de octubre.

Este año al 'Cuéntame Valparaíso' se sumó la empresa Merval que se comprometió a difundir la iniciativa durante los tres meses que dure la convocatoria.

Además, para hacer aún más atractiva la convocatoria, el teatro en miniatura Lambe Lambe representará tres de los cuentos en la ceremonia final, lo que también repetirán en algunas estaciones del metro.

Los interesados en participar en este concurso de mini cuentos pueden consultar los detalles en la página www.cuentamevalparaiso.cl. Desde el 7 de julio se podrán enviar las distintas historias. J

Historias como esquirlas

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No son pocos los autores que han recurrido a la escritura fragmentaria para crear obras que apelan a lector como un agente activo en la construcción de la obra. En efecto, las elipsis intencionadas así como el caos lógico-temporal han sido empleados en la literatura y en el cine para plantear obras que sacuden los cánones más tradicionales de sus respectivos géneros. Algo de esto es lo que propone el escritor ariqueño Daniel Rojas Pachas en su novela 'Random' (Narrativa Punto Aparte), pero su apuesta estética avanza por caminos mucho más arriesgados que los ya transitados por sus antecesores. Pues, más que romper únicamente con la linealidad y la secuencialidad, la obra de Rojas Pachas quiebra el concepto de relato e irrumpe como un puño que atraviesa múltiples planos de la realidad literaria.

Lo 'randómico' tiene que ver con lo aleatorio, con el azar, e incluso con lo raro o inesperado, en otra de su acepciones. En la novela, el concepto apela a esa función de los reproductores digitales que permite escuchar los tracks en un orden aleatorio -de hecho, cada capítulo está titulado con el nombre, intérprete y duración de una canción-. Sin embargo, posiblemente aquí el concepto 'random' se asocie mejor con una triquiñuela informática que permite generar infinitos números aleatorios dentro de un programa, de la misma forma que, en este libro, cada fragmento permite crear nuevas e inesperadas combinaciones literarias.

Estas combinaciones son las historias que, como esquirlas, se clavan en la columna vertebral de la novela: un relato en primera persona, intimista y personal, acerca de un hombre en permanente tránsito, que recorre sus memorias de una infancia sobreprotegida y alimentada por los monos animados y la TV; su difícil trance hacia la adultez; y su encuentro descarnado con la literatura.

Sin aviso previo, fragmentos de otras historias van atravesando la trama principal. Los registros son sorprendentes y variados, y la ausencia de puentes o conexiones entre una y otra obliga al lector a ser dúctil y ágil para moverse entre distintos planos narrativos. Así, aparecen la alucinante historia de Rodion y Juan, una pareja de hermanos obsesionados por la violencia y el sexo; fantasías de ciencia ficción de corte político; y un par de relatos de género policial: uno sobre un traficante que ofrece una mercadería codiciada, pero que nunca conocemos, y otro sobre un policía que intenta resolver un sórdido crimen. Mención aparte merece el microrrelato de un anodino sujeto, guionista de cine frustrado, adicto al porno y engañado por su mujer, de quien se puede llegar a pensar que es el verdadero articulador de todas las demás historias. Porque, a pesar de que están situadas en distintas coordenadas y registros, estas tramas aleatorias tienen algo en común, un hilo que atraviesa la memoria bombardeada de varias generaciones crecidas al alero de familias desencajadas, sueños rotos y mucha cultura pop.