Dos años llevaba dejándose crecer su pelo y ya lo tenía hasta los hombros. Incluso se preocupaba de que quedara liso. El porteño Eduardo Acevedo le dedicaba dinero y tiempo a su look, hasta que el miércoles 24 tuvo una mala experiencia de la que todavía no se puede recuperar.
Se dirigió hasta la peluquería Palumbo de Valparaíso (ubicada en el centro comercial del Jumbo) confiado en que le iría bien. Antes ya había asistido al mismo lugar y la experiencia había sido positiva.
"Llevé una foto para que me hicieran un corte especial, para cambiarlo un poco, pero siempre manteniendo el largo. La niña que me atendió me dijo que ningún problema y cuando empezó a cortar me metió la tijera arriba de la oreja...todo mal", relató a La Estrella el afectado, quien es técnico en informática de profesión y trabaja en San Antonio.
"De inmediato tuve problemas con ella. Me puse a pelear. Fue horrible", recuerda Acevedo, soltero de 33 años. En la peluquería le dijeron que de servicio al cliente se iban a comunicar con él, pero eso no ha ocurrido.
Este profesional no quiere ni acercarse ahora a una peluquería. Ni siquiera para arreglar el corte que considera le quedó mal. "No me lo quiero volver a cortar, ahora sólo quiero recuperar el pelo lo antes posible. Mi idea era variarlo un poco, además que lo tenía un poco dañado en las puntas", dijo.
Este mal rato tiene tan afectado a Eduardo Acevedo que incluso confiesa que le ha generado problemas en su trabajo. "Yo trabajo atendiendo público y esto me ha complicado. Yo estoy a cargo de la sede de un instituto de Capacitación de San Antonio".
"A mí me da la impresión que la joven que me atendió no había cortado nunca el pelo, se supone que ahí atienden profesionales, es una peluquería cara. El corte cuesta $7 mil", se quejó Acevedo.
La Estrella intentó obtener una versión de la peluquería Palumbo. Dijeron que se comunicarían telefónicamente, sin embargo hasta el cierre de esta edición ello no ocurrió. J