Mi hijo es alumno de la Universidad Santa María, Sede José Miguel Carrera, de la Carrera de Construcción. En estos momentos está perdiendo clases por motivo que paso a contar: Me puse al día en la Sede José Miguel Carrera de la Universidad Federico Santa María con el pago del arancel (5 cuotas de $ 158.000 intereses correspondientes; se debían 2 cuotas, mi hijo pagó una el día 6 de septiembre y la otra fue el día 12 de septiembre, pero la secretaria de la carrera le indicó que lo hiciera el 22 de septiembre que no habría ningún inconveniente. Cumplido el pago podía inscribir asignaturas del segundo semestre. Él concurría a clases normalmente, porque ya se había cancelado una cuota de la matrícula del segundo semestre ($ 35.000), y no se había presentado incoveniente, dando por hecho que estaba todo normal. Cuando concurrió a realizar las inscripciones, la jefa académica le negó la solicitud, argumentando que estaba fuera del plazo y que de ninguna manera podía aceptar ya que debía poner "orden" a los alumnos que entregaban solicitudes atrasadas. Mi hijo conversó con algunos funcionarios con el fin de intentar revertir la decisión, pero ha sido imposible. No puedo entender cómo no se puede dar solución a un tema tan simple, que su solución no causaría ningún perjuicio, o ¿es que a la Universidad Santa María sólo le importa el dinero? , perdiendo todo el sentido de la ética ya que en este minuto están obligando al alumno a perder el semestre.

Arnaldo Morales.

Mi hijo es alumno de la Universidad Santa María, Sede José Miguel Carrera, de la Carrera de Construcción. En estos momentos está perdiendo clases por motivo que paso a contar: Me puse al día en la Sede José Miguel Carrera de la Universidad Federico Santa María con el pago del arancel (5 cuotas de $ 158.000 intereses correspondientes; se debían 2 cuotas, mi hijo pagó una el día 6 de septiembre y la otra fue el día 12 de septiembre, pero la secretaria de la carrera le indicó que lo hiciera el 22 de septiembre que no habría ningún inconveniente. Cumplido el pago podía inscribir asignaturas del segundo semestre. Él concurría a clases normalmente, porque ya se había cancelado una cuota de la matrícula del segundo semestre ($ 35.000), y no se había presentado incoveniente, dando por hecho que estaba todo normal. Cuando concurrió a realizar las inscripciones, la jefa académica le negó la solicitud, argumentando que estaba fuera del plazo y que de ninguna manera podía aceptar ya que debía poner 'orden' a los alumnos que entregaban solicitudes atrasadas. Mi hijo conversó con algunos funcionarios con el fin de intentar revertir la decisión, pero ha sido imposible. No puedo entender cómo no se puede dar solución a un tema tan simple, que su solución no causaría ningún perjuicio, o ¿es que a la Universidad Santa María sólo le importa el dinero? , perdiendo todo el sentido de la ética ya que en este minuto están obligando al alumno a perder el semestre.

Arnaldo Morales.