Cerca del mediodía, en la comuna de Macul, se embarró el torneo. Julio Barroso, desde el Estadio Monumental, dijo que "el campeonato está raro". Y lanzó esto: "Los torneos no se compran, se ganan". Anunció: "No daré nombres". Y luego, entremedio de los murmullos, añadió: "Es raro que a partir de ahora a nosotros no nos tambaleen en cobrarnos penales, con otros equipos sí pasa". Describió rarezas como, por ejemplo, el que "a Colo Colo se le ha cambiado la programación". Deslizó, en fin, la presencia de mafias clandestinas.
Un Azul saltón
Y, desde hace 24 horas, se instaló la tensión en el fútbol chileno. El árbitro del próximo partido de la "U", Enrique Osses, un hombre siempre dispuesto a los medios, apagó su teléfono. Se tornó invisible. A su vez, los dirigentes de los clubes que pelean el campeonato, pasaron la tarde exaltados.
"No sé de qué mafias me habla", gritó, hipertenso, Sabino Aguad, gerente técnico de la "U".
"Tengo que hablarlo internamente con la gente del club. No puedo hablar por mí mismo".
De momento descarta que hombres elegantes, vestidos con abrigo y portando un maletín, se hayan acercado a la institución. No ha visto muecas cómplices entre jugadores y árbitros. No ha recibido ofertas ilegales. Opina que el fútbol está limpio y que el cuerpo de árbitros es intachable, claro, se equivocan, advierte, pero eso se debe a que son imperfectamente humanos.
Un Verde saltón
Por su parte, a Jorge Lafrentz, el apacible presidente de Wanderers, casi le dio un infarto. Levantó el teléfono a las 15 horas y se enfrentó a una neurosis. "Señor Jorge Lafrentz, ¿el torneo está arreglado?", dijimos. "¿¿¿Quéeeee???", gritó, helado. "Dicen que está comprado, señor Lafrentz", insistimos. "¿¿Pero usted está loco??", refutó. "Se lo digo frontalmente, ¿ha rondado el hombre del maletín por la sede?". "Pero pero pe pe...", tartamudeó.
"El tema", aclaramos, "lo puso el jugador Julio Barroso". "¡Pregúntele a Julio Barroso entonces!", lanzó el presidente. "¿Nervios, señor Lafrenz?", y pusimos tono de detective. "Oiga", finalizó Jorge con una notoria falta de oxígeno, "por favor ponga esto: el fútbol chileno es transparente, yo trabajo con gente honesta y nuestros árbitros son buenos profesionales". J