Iconografía andina
En la Sala Viña del Mar se presenta el pintor argentino Héctor Cruz procedente de la norteña provincia de Salta, región que estuvo durante la época precolombina bajo la influencia de la cultura Inka y de la legendaria cultura Tiwanaku. Ello ha quedado registrado en las pinturas rupestres, en las pictografías y en cerámicas y textiles con una identidad propia que difiere un tanto de las manifestaciones producidas en otros puntos del vasto y diversificado imperio Inka.
El pintor lo que hace es traer al presente toda la simbología andina, característica de esa región. Especialmente del valle de Calchaquí. Simbología que tiene que ver con la tierra, la flora y fauna autóctona y sobre todo la simbología cósmica que traduce las creencias, las divinidades, el culto y hasta los sacrificios de esos pueblos a imágenes. Manifestaciones artísticas que quedaron perdidas y muchas desaparecidas con la conquista española.
El pintor lleva toda esa simbología al lienzo trabajando los diseños sobre fondos abstractos, lo que le permite dar mayor relevancia a los elementos decorativos que desarrolla y que en su conjunto parecen un registro visual de sus raíces ancestrales. Son como un relato de la historia de las comunidades que lo antecedieron y proyectadas al presente. Pero ese rescate no solo lo traduce en pinturas sino que también se preserva en sus textiles.
En los textiles emplea técnicas y procedimiento tradicionales con expresiones que identifican el paisaje norteño de Salta y Tucumán. Con ello se constata su versatilidad creativa, muy bien demostrada en el óleo y en los textiles, lo que indica su capacidad de afrontar diversos materiales para poder expresar esa enorme cantidad de signos y símbolos que caracteriza la cosmovisión andina. Su lenguaje estético unifica dos universos. El mundo antiguo americano, limitado a un espacio geográfico y el contemporáneo que de local pasa a ser universal, entendido y reconocido.