Las maletas para viajar harto, la ropa interior amarilla para la buena suerte y las cucharadas de lentejas para la abundancia, fueron las cábalas que más se repitieron para recibir el 2015. Pero en Valparaíso y Viña del Mar, se sumó otra que fue creada hace miles de años en China: los globos de los deseos.
La tradición, que consiste en escribir los anhelos en un globo hecho de papel de arroz y luego soltarlo hacia el cielo para que vuele hasta que se le apague la mecha, fue la favorita de los jóvenes, pero también la más tragicómica ya que por el viento y el poco conocimiento en la materia, a varios se les quemó.
Cábala frustrada
En el sector de Bosques de Montemar, unos pololos de rubias cabelleras, escribieron en su globo que el amor de ambos durara para siempre. El gesto hacía suspirar a todos los que los observaban, pero cuando llegó el momento de encender la mecha, el viento les jugó una mala pasada y la pobre linterna se les quemó en un santiamén.
Similar fue la experiencia de Pancho Varas, un porteño que junto a sus amigos Fabio, Fernando y Claudio, andaba carreteando en el Muelle Barón.
"Fuimos a la fiesta del VTP, así que vimos los fuegos artificiales en un mirador. Y al lado de ahí, vendían estos globos que costaban mil pesos cada uno. Compramos uno y como no teníamos lápiz, simbólicamente pedimos los deseos", explica el porteño, atacado de la risa.
"Tomamos el globo de las puntas y dijimos en voz alta nuestros deseos. Yo pedí por el amor, pero el tema es que cuando lo quisimos prender, se le cayó la mecha y nunca se pudo elevar. Fue tan triste, pero nos dio mucha risa... así que bueno, ahí quedó mi deseo de amor", se lamentó el porteño.
A los que les funcionó la cábala, pudieron contemplar sus globos durante diez minutos hasta que se desintegraban. Muchos de ellos fueron lanzados antes de los fuegos artificiales y se podían ver a grandes distancias. Sin embargo, el boom fue después del abrazo, cuando hasta familias elevaron sus globos esperando que todo lo escrito se les cumpla durante el año. J