En el más popular de los deportes ocurren a menudo situaciones difíciles de explicar que son catalogadas como "cosas del fútbol", a mi juicio una forma fácil de eludir el tema para no ahondar mayores argumentos.
Hoy, por ejemplo, está en boga la autoeliminación de la Selección Chilena del defensa Cristián Suárez, quien -a pocas horas de haber comunicado por teléfono su decisión- se mostró arrepentido al menos de la forma empleada para renunciar a La Roja.
Casi inexplicable la determinación de un jugador que, hasta ahora, no había sido considerado por el técnico Jorge Sampaoli en su proceso, ya que la nominación le abría las puertas al campo internacional que es a lo que todo profesional del fútbol aspira.
La dolencia que acusó Suárez, de acuerdo a lo expresado por el cuerpo médico de la Selección, no lo restaba del trabajo para afrontar el partido de esta noche ante Estados Unidos. Sin embargo, desde Universidad de Chile, club al que pertenece el deportista, opinaron lo contrario.
¿Cosas del fútbol? Puede ser, porque esta actividad da para todo, a tal punto de renunciar a defender la camiseta nacional sin entregar razones de peso para ello.
Lo propio podríamos decir de lo acontecido con Everton, que contrató al técnico más exitoso de la categoría para aspirar a ascender a la serie superior; sin embargo su paso por la institución viñamarino fue un fracaso rotundo.
Lo de Wanderers constituye la otra cara de la moneda, ya que la llegada de Emiliano Astorga a la banca obedeció a intentar salir de la zona de peligro de descenso; pero el rendimiento del equipo fue tan espectacular que estuvo a punto de ser campeón. Algo muy positivo sin duda, pero que al parecer trajo un cambio de política de los directivos, quienes en vez de reforzar el plantel lo debilitaron, confiando quizás en demasía en la capacidad del entrenador y de sus jugadores, para que se las arreglen con lo que tienen.
¿Cosas del fútbol? Usted tiene la respuesta.