Sufrir una quemadura o la amputación de un dedo, son sin duda accidentes traumáticos que generan un cambio radical en la vida de quien lo padece.
Si bien el foco de atención en un primer momento y dependiendo de la gravedad de la lesión, se centra en la recuperación del paciente y su estabilización, existe posteriormente un trabajo de largo aliento que busca recuperar la autoestima y por sobre todo, la autonomía del paciente ante este nuevo escenario.
Es precisamente el trabajo que desarrolla diariamente la Unidad de Terapia Ocupacional del Hospital Dr. Gustavo Fricke, hasta donde cada año ingresan cerca de 500 pacientes nuevos a iniciar su proceso de rehabilitación.
Se trata de pacientes adultos de Viña del Mar y de la Red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota que se han visto afectados por patologías traumáticas, quemaduras y otras lesiones que han afectado la funcionalidad del movimiento de sus extremidades superiores y necesitan reinsertarse en la vida cotidiana.
Claudia Carrió, terapeuta ocupacional explica que en la unidad se trabaja "la funcionalidad del paciente y estamos enfocados a que ellos vuelvan a tener la autonomía que han perdido en algún momento de su vida, ya sea por accidente o por alguna lesión importante, que puedan o no quedar con secuela, ellos necesitan volver a esa autonomía que perdieron. Ahí está el rol de la terapia ocupacional".
rehabilitación
La profesional agrega que el porcentaje de rehabilitación de los pacientes es bastante alto. "Muchos de ellos quedan con secuelas, pero la mayoría de las secuelas no son importantes y los llevan a tener un buen desarrollo dentro de su vida diaria", agregando que gracias a esta rehabilitación la mayoría logra volver a sus lugares de trabajo y si no es así, a lugares de trabajo adaptados a sus nuevas necesidades.
Es el caso de Sergio Urbina de 65 años quien sufrió una patología traumática en septiembre pasado. "Me corté los dedos con un serrucho eléctrico, estuve un mes hospitalizado para ver si podían recuperarme los dedos, y a Dios gracias sí me los están recuperando. Voy bien. Yo llego acá en la mañana, se hacen distintos pasos, uno mete las manos un rato al agua, después a la parafina y una vez que se saca la parafina, la terapeuta empieza a hacer los ejercicios de los dedos", detalló Sergio.
Axel Saavedra de 25 años, estudiante de ingeniería agrícola, vivió una situación compleja al sufrir un accidente jugando fútbol: "Cuando me quebré el brazo lo pasé mal, estuve como traumado. Acá mismo me han ido rehabilitando psicológicamente, porque acá te tratan de incluir a la sociedad. Y esa ha sido mi experiencia acá, muy buena", comentó. J