Valparaíso es sinónimo de carrete. Y se sabe que la juerga se extiende hasta altas horas de la madrugada, cuando los enfiestados salen de los locales para retornar a sus hogares. Pero varios noctámbulos se resisten a la idea de poner fin al festejo, situación que es aprovechada por algunos inescrupulosos.
En la Segunda Comisaría Central de Carabineros funciona una patrulla de alcoholes, que vela porque comerciantes y personas naturales respeten la normativa vigente. A cargo de esta unidad se encuentra el subteniente Jonathan Zamora, quien hizo un balance del trabajo desplegado en el periodo estival. El oficial señaló que hubo 203 fiscalizaciones a locales de expendio de alcoholes. Fueron multados cinco que operaban en forma clandestina (con decomiso de productos); además se cursaron 30 infracciones a locales patentados, y hubo 17 infractores por venta de licor en la vía pública. Los operativos se realizaron en el plan y arterias aledañas como Cumming y Ecuador. Los clandestinos identificados se ubican en las calles Bustamante y Blanco en el Barrio Puerto; en calle Condell y otras más cercanas al centro. Pero una de las principales preocupaciones de los carabineros es que se cumpla el artículo 21 de la Ley de Alcoholes, que se refiere al horario de funcionamiento de los establecimientos comerciales. En este ámbito hay negocios que cuentan con patentes municipales, pero que infringen la normativa. "Son pubs que trabajan después de la hora establecida, que lucran cuando no tienen competencia y se quedan con todos los clientes adentro hasta entrada la mañana", cuenta el oficial. La ley permite que los fines de semana pueden trabajar hasta las 05.00 de la madrugada, pero una ordenanza municipal autoriza a locales de avenida Errázuriz y Bellavista, a extender el horario hasta las 07.00 de la mañana.
en melgarejo
Hay un conocido pub ubicado en Melgarejo que incumple esta norma, y tiene a los clientes por tiempo indebido. "Saben que infringen la ley y mantienen una persona al exterior del local, y cuando ven un vehículo policial o alguien del municipio, bajan la cortina para aparentar que está cerrado. Las cámaras de seguridad del edificio en que funciona muestra gente saliendo a las 10.00 y 11.00 de la mañana del día siguiente", agrega el subteniente Zamora. Para fiscalizarlos mejor, tanto los inspectores como los policías han tenido que simular ser clientes, y cuando se comprueba la ilegalidad se llama al resto de los Carabineros. En el caso de este negocio de calle Melgarejo, días atrás en un control de inspectores municipales y carabineros le cursaron tres infracciones. Los consumidores fumaban al interior y además el sitio no contaba con medidas de seguridad como extintores y expeditas salidas de emergencia. Se tramita la caducidad de la patente municipal. J