Gatos salvajes de Juan Fernández buscan dueño
Entre la carga y los humanos que ayer llegaron en la barcaza Rancagua al molo de abrigo se encontraban unas cajas muy especiales: pequeñas jaulas que traían gatos salvajes provenientes de Juan Fernández. Suena increíble, pero es cierto. Una decena de mininos, de no más de tres meses, debieron ser trasladados al continente para buscarles dueño.
Los trajeron porque allá en el archipiélago son una amenaza para especies endémicas (que no existen en otro lugar) y que son cuidadas como hueso de santo. Se trata del Picaflor de Juan Fernández, las Fardelas, Cachuditos y el Rayadito de Mar Afuera, aves que forman parte del paisaje natural del archipiélago.
Esta es una iniciativa de la ONG Oikonos que se dedica a la conservación de especies amenazadas en islas. Según explicó Verónica López, integrante de la organización, el plan de los gatos busca resguardar la flora y fauna nativa en Juan Fernández.
"Lamentablemente la presencia de gatos en estos lugares es una amenaza para ellos. El gato en forma natural es una especie que se dedica a cazar y a nivel mundial está catalogado como el animal que más ha extiguido especies en el planeta".
Como parte de su trabajo, Oikonos hace campañas de esterilización en Juan Fernández y en este caso también se hicieron cargo de gatos que las familias de allá no podían mantener.
buscan dueño
Camille François, de la organización Rescatemos Juan Fernández (que apoya a Oikonos) se vino en la barcaza cuidando a estos cachorros. "Tuvieron un súper buen viaje, no se marearon ni vomitaron", comentó.
Según contó esta voluntaria, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad de Chile, la mayoría de los gatos son salvajes y fueron capturados por otros miembros de la institución. "Hay gatos que eran domésticos y se asilvestraron, entonces destruyen los nidos de las aves y se comen sus huevos".
Ahora los gatos partieron a Santiago donde serían entregados a la Fundación Adopta para buscarles dueños. J