Viviendo un profundo duelo se encuentra una familia de Quilpué cuyos miembros aseguran que uno de los intengrantes de su familia falleció el pasado viernes a causa de una negligencia médica en el hospital de Quilpué.
Se trata de la señora Virginia Pereira Barraza, de 92 años, quien desde noviembre pasado se encontraba aquejada de una pancreatitis que fue tratada sólo por analgésicos en el centro asistencial.
"La primera vez ingresó el 23 de noviembre de 2014 por una pancreatitis, la hospitalizaron, no la operaron, sólo le bajaron la hinchazón del páncreas y la mandaron para la casa. La segunda hospitalización fue el 28 de enero, nuevamente por una pancreatitis que eran provocados por cálculos a la vesícula. La hospitalizaron, demoraron 11 días en realizarle un scanner, cuando vieron su resultado decidieron operara el día 25 de febrero", relató Carol Páez, nieta de la señora Virginia.
de alta
Al día siguente la anciana fue dada de alta, pero esa misma tarde debió volver a internarse por los dolores y la hinchazón. En el centro asistencial la trataron con calmantes.
"Ella seguía muy hinchada y con dolores y sin realizarle ningún examen. Estuvo así hasta el 1 de marzo que le hicieron un scanner por la insistencia de mi mamá y arroja que tiene perforación de los intestinos y se le complicó una peritonitis. Ahí la derivaron al Gustavo Fricke, llegamos allá a la 1.00 de la madrugada del martes, el cirujano nos dice que estaba grave, que se demoraron mucho en trasladarla y eso constituía una negligencia médica. Ella debió ser tratada desde el día 26 cuando volvió a internarse después de la cirugía", relató.
Tras ese cuadro, la devolvieron al hospital de la Ciudad del Sol a esperar el fatal desenlace que ocurrió el pasado viernes a las 9.20 de la mañana.
"Ella era una persona activa, autovalente. Llegó caminado al hospital. El día antes de la operación ella estaba sentada en la cama tirando tallas. Por su edad, no era prioridad, a pacientes más jóvenes les realizaban los scanner y a ella no. Los paramédicos y enfermeras la atendieron muy bien, el problema fue el doctor que la operó, él fue negligente. Además que necesitaban la cama, por eso que la mandaron para la casa pese a que había hecho dos pancreatitis previas", sostuvo. J