Matti-Sandwich & Salad Gourmet
En el centro de Reñaca, donde hasta hace un par de semanas podíamos ver las calles y playa llenas de turistas disfrutando de las vacaciones, encontramos un pequeño, pero llamativo local de delivery y take out de sándwiches y ensaladas gourmet: Matti. Podemos encontrar unos diez tipos de sándwiches muy variados, todos muy diferentes unos del otro, lo que satisface distintos niveles de hambre o estilos de vida y alimentación. Por ejemplo, podemos comernos una hamburguesa de quínoa o un sándwich de lomo de cerdo ahumado. Ambos estaban buenísimos. El de lomo de cerdo ahumado artesanalmente, cocinado por nueve horas a baja temperatura se llega a deshacer en la boca acompañado por una ensalada de repollo y mayonesa casera que hacen que tenga una consistencia cremosa, pero a la vez intensa por al ahumado de la carne. Por su parte, el de hamburguesa de quínoa con queso de cabra, tomates asados, lechuga y pesto de albahaca es una alternativa un poco más liviana y especial para los vegetarianos. La hamburguesa tiene un sabor delicado, sin mucho condimento, lo que hace que no se pierda el sabor de la quínoa. El queso de cabra logra suavizarse con el dulzor del tomate asado y se equilibra con el pesto de albahaca, así sentimos todos los sabores. Todos los sándwiches van en pan italiano, lo que hace que el pan no sea gran protagonista, ya que no es tan grueso y logran amalgamarse todos los ingredientes. Las ensaladas por su parte, algunas tradicionales como la César y otras más de tendencia como la de Cous Cous, hasta ahora han sido una buena alternativa. La de Cous Cous, que viene con zapallito italiano y berenjena asada, ambos muy sabrosos y en su justa cocción. Viene además con tomate, cilantro, pasas, nueces y lechuga con una salsa picante de pimentones asados, muy condimentada para mi gusto pero que a los amantes del picante les gustaría mucho. La acompañé con una porción de falafel, que estaban recién hechos, con una buena temperatura y textura ya que muchas veces son muy secos. En cuanto a la atención, no es tan cálida como pudiese esperarse, pero es rápido ya que en menos de diez minutos tenían listo mi pedido. No sé si teniendo más clientela funcionará tan rápido, puesto que es una sola persona la que está en la cocina. El detalle que más me gusta de este lugar y que realmente hace la diferencia, además de los sabores que logran combinar es la presentación de los productos. Todos los pedidos te los entregan en una bolsa de papel kraft y, tanto los sándwiches como las porciones de falafel para picar, van envueltas en un papel mantequilla, amarrados con un cordel tipo cáñamo y el nombre del producto. Detalles que simplemente se agradecen y que lo hacen aún más atractivo. Los precios de los sándwiches van entre $4.600 y $5.900.