Alcalde se cansó de la mala onda y cerró su Facebook
Nadie ha establecido como una obligación estar en las redes sociales. Pese a ellos, los analistas sostienen que estar en internet hoy es necesario: en una primera fase para mostrarse y en una segunda etapa para interactuar con un público objetivo.
Pero no siempre la experiencia en las redes sociales es grata. Y así lo ha vivido el alcalde de Quillota, Luis Mella, quien esta semana anunció algo impensado para muchos: decidió suspender su cuenta de Facebook.
Las razones
La Estrella acudió donde el alcalde en búsqueda del origen de la decisión. "Es un tema personal y humano", parte diciendo el alcalde Mella, quien consigna que mantiene la comunicación hoy a través de Twitter y Whatsapp, una aplicación que basa su contacto en el número telefónico.
Sin ánimo de polemizar, Mella confiesa que "si se hace una encuesta, la mitad de los quillotanos tiene mi número".
Mella cuenta que -a diferencia de lo que se podría pensar- su cuenta personal él mismo la responde y no un equipo asesor, como ocurre con la página del municipio, cuya administración está a cargo del equipo de comunicaciones de la entidad. "La gente me escribía y si me demoraba en contestar, se enojaba", agrega el edil.
Pero el edil se cansó de Facebook, sobre todo por la mala onda y la obcecación de algunos usuarios.
"A veces entrábamos en debates con todo el respeto del mundo, pero querían seguir y seguir y luego salían groserías hacia terceros y eso me hizo plantear que me iba a separar por un tiempo de Facebook", señala la autoridad.
Si bien su cuenta está suspendida y en Facebook no hay rastro de su perfil, Mella anuncia que su retiro no es definitivo. "Este alejamiento tiene que ver con una oxigenación mental, yo estaba atendiendo pacientes y me llegaban mensajes y si me demoraba mucho, la gente pensaba que no me interesaba", acota el alcalde, que además es doctor y atiende su consulta.
"Estoy contento con lo que hice; volveré, pero con algunas reglas para que entiendan que no puedo responder siempre. En Facebook serán mis amigos los que critican, dan ideas, y no faltan el respeto", adelanta.
El alcalde reconoce que "en el 99% de los casos la gente es muy respetuosa, pero hay un ambiente de mayor agresividad que en algún momento se manifestó en mi Facebook personal; sin duda que eso influyó, pero más que las groserías, que fueron mínimas, el hecho de establecer debate en que uno explica las cosas y como hay una sensación de no querer dar el brazo a torcer y querer mantener una posición", acota. J