Estudiante fue víctima de abuso y robo al salir de clases en el Barrio Puerto
Minutos de terror vivió una porteña que denunció haber sido víctima de un asalto con abuso sexual.
La afectada se acercó ayer a La Estrella a entregar su dramático testimonio sobre la traumática experiencia sufrida la noche del martes.
P.A.M. tiene 36 años y es guardia de seguridad. Buscando mejores perspectivas laborales, en marzo ingresó a estudiar una carrera técnica en un instituto ubicado en el Barrio Puerto. Cuenta que el martes fue a rendir una prueba y se retiró del plantel cerca de las 22.00 horas. "Salí feliz porque me fue bien en el examen", dice.
Cruzó hacia Plaza Sotomayor para tomar locomoción de regreso a su casa en el plan y, frente al Monumento a Los Héroes de Iquique, se topó con dos veinteañeros. Uno le pidió cigarros y dinero y ella se negó. Entonces el segundo hombre, de contextura gruesa, 1,80 de altura, jeans y polerón oscuro, se acercó y la abrazó fingiendo conocerla.
"Me puso un cuchillo en las costillas y pidió que camináramos abrazados como pololos. Que estuviera tranquila, que no pidiera ayuda, que lo iba a disfrutar", señala. Había escasa luminosidad y gente. Aterrada, P. no gritó por ayuda.
golpiza
Enfilaron por Prat y subieron por calle Urriola hasta llegar a una escala. En un espacio desolado, con el cuchillo el antisocial le desgarró las ropas y le realizó tocaciones en contra de su voluntad, mientras el cómplice observaba. "Le decía apúrate que a mí me toca", relata P.
Cuando el agresor se aprestaba a violarla, su amigo lo alertó de la presencia de un peatón. "Recibí combos en la cara y el estómago y patadas en la cadera. Me tiraron al suelo y tomaron mi mochila con dinero y libros y huyeron al plan", agrega la víctima.
La afectada pidió ayuda en una bencinera y por sus medios ingresó al Van Buren a constatar lesiones y estampar la denuncia por abuso sexual y robo con violencia. Sufrió múltiples hematomas y está con licencia médica.