La historia de la bandera que no bajó del camión
l Cuenta Carolina Subiabre que la pasión canaria la tiene desde que nació. Desde chica asistía al antiguo estadio Municipal de Quillota junto a su abuelo Daniel Fullerton, quien fue presidente del cuadro canario el año 1941. Por si fuera poco, su tía fue la mascota del club, su mamá trabajó en la boletería y su abuela lavó camisetas.
Con esa historia llegó Carolina al partido del sábado. Y lo hizo con su marido, sus hijos, hermanos y un grupo de amigos. Se instaló en la tribuna de calle Pinto, ahí donde ha estado todos los partidos del torneo de la B. Y también de visita, con orgullo cuenta que sólo se ha perdido dos encuentros por distancia y horario del encuentro. Junto a ella una bandera que lleva grabado "Familia Casimis Subiabre". Una tela que es más amplia que las permitidas para entrar al estadio, de todas formas, Carolina cuenta que sólo se la intentaron quitar en Copiapó. "Siempre me las arreglaba, en medio de la cartera, ahí entraba", cuenta.
SE PASEó POR QUILLOTA
Pero esa bandera vivió su momento de gloria el sábado. Carolina había ingresado con su familia a compartir con los jugadores. Luego de eso, el camión la separaría de sus ídolos. Ahí le dijeron, "tira la bandera", y lo hizo. Jean Meneses, que había hecho contacto visual con ellos en más de algún partido, la recibió y no la bajó hasta el final del recorrido.
"Fue muy lindo porque esa bandera partió escrita con plumón y en la navidad del 2013 mi hermano Óscar me regaló una ya hecha con las letras impresas. Verla el sábado con los jugadores me emocionó", contó la educadora de párvulo del Colegio Siglo XXI, donde conocen de su pasión canaria, "hasta la directora me pregunta todos los lunes cómo vamos", relata la mujer. Ahora, con la tarea cumplida, la bandera está en mantención. J