Jardines infantiles se enrejan como cárceles por culpa de los delincuentes
La situación no ameritaba mayor análisis y por ende se optó por una solución drástica, pero que busca ser efectiva.
El jardín Bambi del cerro Cordillera ha sido asaltado en tres oportunidades en lo que va del año y durante el último acto delictual, los antisociales que ingresaron al recinto no encontraron nada mejor que defecarse en distintas salas del lugar.
Lo anterior provocó que el centro educacional, perteneciente a la Junji, dejara de funcionar por más de una semana, lo que generó el inconveniente de los apoderados que llevan a sus hijos hasta el lugar.
Por lo mismo es que durante la jornada de ayer se llevó a cabo una reunión entre la seremi de Gobierno, Junji, Integra y Carabineros con el fin de llevar a cabo acciones para evitar este tipo de actos vandálicos.
Una de las primeras determinaciones que se adoptó en el caso del jardín Bambi fue enrejar todas sus ventanas con el fin de impedir el ingreso de delincuentes.
La seremi de Gobierno, Katherine Araya, señaló que "no queremos ver a nuestros niños encerrados con puntas y rejas, por lo que llamamos a la comunidad a denunciar a los responsables de este tipo de situaciones para parar con el perjuicio para nuestros niños y niñas, más pensando que la Presidenta anunció el aumento de estos centros de Educación para nuestra región en 514 y 4500 más a nivel nacional".
Por su parte la directora regional de Junji, Priscilla Corsi, detalló que "en lo que va del año llevamos 12 robos en distintos jardines de la región de Valparaíso, específicamente acá en la provincia y estamos muy preocupados porque efectivamente se afecta la educación de nuestros niños y niñas, porque tenemos que dejar de atender, y no sólo se afecta a nuestros niños sino que también a sus familias, a aquellas mujeres emprendedoras y jefas de hogar que salen a trabajar y que requieren este espacio como una medida de apoyo". J
l Durante el 2014 tanto Junji como la fundación Integra debieron lamentar numerosos robos en sus jardines infantiles instalados a lo largo de la región.
En el caso de la Junji el gasto total en concepto de reparación e implementación de medidas de seguridad en los establecimientos llegó a los 22 millones de pesos, mientras que por parte de Integra la cifra se elevó a 15 millones.