Apesar de la tenaz oposición de su defensor penal público, Marcelo Miranda Hidalgo, el hombre de 54 años y con diagnóstico de esquizofrenia que este fin de semana mató a su octogenaria tía de un ladrillazo en la cabeza, deberá permanecer en prisión preventiva durante los 100 días decretados como plazo de investigación. Durante este tiempo permanecerá recluido en el módulo siquiátrico del Complejo Penitenciario de Valparaíso.
Lo irónico del caso para la familia es que tuvo que ocurrir lo que tanto temían - una tragedia - para que Miranda Hidalgo fuera alejado de su círculo cercano, al que, tal como se conoció en audiencia, mantuvo por largo tiempo en la incertidumbre por sus cada vez más frecuentes y violentas crisis.
Con una conducta medianamente normal - excepto porque en un momento escupió al piso en plena audiencia -, Marcelo Miranda escuchó atento los argumentos que llevaron al Ministerio Público a formalizarlo por el delito de homicidio simple, que en teoría y como mínimo contempla una pena de 10 años y un día de presidio.
Su defensor, Marco Martínez, intentó que la audiencia fuera suspendida, a la espera de los informes siquiátricos correspondientes.
La solicitud fue rechazada por la magistrado Eliana Uribe quien junto con declarar ajustada a derecho la detención, accedió a la solicitud de cautela por parte de la Fiscalía, decretando la prisión preventiva del imputado y fijando un plazo de investigación de 100 días.
El fiscal Patricio Toro precisó tras la audiencia que es de interés del Ministerio Público conocer el estado actual de salud mental del imputado, el que daría cuenta de una mezcla de un cuadro de esquizofrenia y abuso en el consumo de fármacos, drogas y alcohol.
"Esa combinación es la que la Fiscalía quiere dilucidar, a través de un informa siquiátrico en un centro especializado de manera tal se permita establecer si efectivamente es inimputable para los efectos de la ley y de esa forma suspender el procedimiento", precisó Toro. J