Corriendo el misterioso velo del poeta viñamarino Juan Luis Martínez
"Mi padre era cabalístico. Por eso la Fundación Juan Luis Martínez será presentada en sociedad el 7 del 7 (julio) a las 7 de la tarde", señala Alita Martínez con el mismo aura de misterio que siempre tuvo su padre, uno de los poetas más vanguardistas que ha nacido en Chile.
El artista, quien falleció en 1993, es una figura intelectual mítica de Viña del Mar, y su familia, amigos e interesados en su trabajo, decidieron crear una Fundación que no sólo velará por su obra, sino que apuntará a apoyar a todo tipo de artistas que estén trabajando con vanguardia.
EL MITO
Juan Luis Martínez caminando por la calle Valparaíso en la década del 50, con su larga melena, siendo insultado por caballeros de sombrero y bastón.
Juan Luis Martínez peleando a cadenazo limpio en la Avenida Perú.
Juan Luis Martínez huyendo en moto, con una patrulla de carabineros persiguiéndolo.
Juan Luis Martínez forjando una amistad casi de hermanos con su cuñado Raúl Zurita, para después romperla para siempre.
Juan Luis Martínez escribiendo "La Nueva Novela", obra que se estrelló con todo el orden poético y estético de la literatura chilena.
-"Si mi padre estuviera vivo, te diría que todo es completamente verdad", asegura Alita, la hija mayor del poeta y presidenta de la Fundación.
Desde hace 10 años que le rondaba la idea de crear una agrupación que siguiera el legado de su padre. "Ha sido un proceso muy largo y engorroso, pero al fin ya existimos y podremos seguir proyectando y fomentando la forma de ver la vida que tenía mi papá".
- Fue un hombre que vivía la poesía diariamente, contra viento y marea. Nunca se marketeó, vivió en forma precaria y nunca, pero nunca, se vendió. Esa es una de las características que lo convierten en un hombre apasionado, con un gran poder, un gran fuego en su interior.
"UN ILUMINADO"
Para Alita Martínez su padre era un "iluminado", un hombre que como Mozart descargaba su arte, su poética "desde un lugar universal y trascendental, más alla de lo estrictamente racional".
"Mi padre murió un día domingo, en nuestra casa de Villa Alemana, rodeado de sus tres mujeres (su esposa Eliana y sus dos hijas). Días antes de fallecer él habló conmigo y tuvimos una honesta charla sobre la muerte. Ahí me dijo que ocupara su nombre y tengo la certeza que ahí quedó plantada la semilla de la Fundación Juan Luis Martínez. Ahora es el momento de comenzar el trabajo y estamos llenos de energía y de entusiasmo", explica Alita.
Seguramente el poeta, que descansa en el Cementerio 2 de Valparaíso, en el mausoleo familiar, con su nombre tachado por una línea recta, estará feliz. Su familia continuará con su vanguadista y poético trabajo. J