Caos vial y un herido grave dejó protesta de pescadores
Tacos infernales con personas atrasadas a sus trabajos o lugares de estudio, fue la tónica de la mañana de este jueves, luego de una jornada de protesta de los pescadores artesanales de la zona, que se sumaron a sus pares de las regiones Cuarta y Octava. Exigen al Gobierno una revisión completa a la Ley de Pesca y el 100 por ciento de la cuota de jibia.
La movilización partió después de las 07.00 de la mañana en Caleta Portales, cuando unos 50 trabajadores salieron hacia la avenida España. Portaban bengalas, redes de pesca y neumáticos. Otro grupo empujaba un bote en desuso, el que rápidamente instalaron en el medio de la calzada, interrumpiendo el flujo en las pistas en ambos sentidos hacia Valparaíso y Viña del Mar. Otro punto de conflicto fue en la calle Pellé.
Tras rociar combustible prendieron las barricadas, situación que motivó el enojo de algunos automovilistas que trataron de salir rápidamente. Más de uno se fue con carrocerías abolladas por patadas. La protesta estaba anunciada, por lo que en las inmediaciones estaban efectivos de Fuerzas Especiales con carros lanzaaguas y de gases lacrimógenos, los que utilizaron para dispersar a los exaltados que respondieron con objetos contundentes como piedras y palos. Las escaramuzas se extendieron por más de media hora, lapso en el cual los manifestantes bloquearon la línea del Metro regional, por lo que los trenes se devolvieron a sus puntos de salida. Los pasajeros que venían al Puerto descendieron en la estación Miramar a la espera que se normalizara la situación. Mientras los tacos en ambos sentidos en la avenida España eran kilométricos, por lo que la policía uniformada desvió a los conductores por arterias adyacentes por los cerros Barón, Recreo, Esperanza y Los Placeres.
Ya con luz natural la situación empezó a calmarse y los pescadores se replegaron a la caleta y Carabineros pudo despejar las vías y restablecer el flujo en la autopista.
En caleta El Membrillo se vivió un panorama similar, ya que los asociados salieron a la calle e instalaron barricadas para interrumpir el flujo vehicular en la avenida Altamirano y el acceso a la avenida El Parque. "La idea era llamar la atención de las autoridades, era un protesta pacífica", dice Manuel Cisternas, presidente del sindicato de Trabajadores Independientes de El Membrillo. Pero hubo enfrentamientos con Fuerzas Especiales, los que dispersaron a los manifestantes con agua y bombas lacrimógenas.
herido
En uno de los accesos al patio de maniobras de la caleta, una de las bombas impactó en forma violenta en la muralla y de rebote dio de lleno en el rostro del pescador Juan Eduardo Riquelme Bernal, de 31 años. El artefacto metálico lo golpeó en su ojo izquierdo y le generó un corte profundo en su párpado, por lo que de inmediato cayó al suelo con su cara ensangrentada.
Sus compañeros lo subieron de inmediato a una camioneta y lo trasladaron hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Carlos Van Buren. El pescador vive en Playa Ancha, es padre de 6 hijos de entre 4 y 14 años, y el sustento de su hogar, de ahí la preocupación exhibida por sus familiares y compañeros que lo visitaron en el centro asistencial. En principio se pensaba lo peor, que el trauma ocular había generado un desprendimiento de retina y que era inminente su traslado a un centro especializado de la capital. Mas tarde se conoció el parte médico a cargo del doctor David Gutiérrez, subdirector médico del hospital. "Sufrió una contusión ocular y heridas de párpados que fueron suturadas. Está internado estable y en evaluación en el servicio de Oftalmología". Descartó un desprendimiento de retina y por ahora un traslado a otro hospital en Santiago. En las próximos 24 horas una nueva evaluación determinará si es que existe algún tipo de secuela para Juan Riquelme, que ya tenía problemas a la vista y usaba lentes de contacto al sufrir la lesión.