En galería Almendral están furia por un corte de agua
Bastante molestos están los locatarios de la tradicional galería Almendral de calle Victoria, debido a que no pudieron abrir sus negocios durante tres días, por problemas en las instalaciones de agua potable que debían ser reparados por Esval.
Verónica Cartagena, dueña de la peluquería "Verónica" (local 35), señaló que a través de una circular, la administración del edificio les comunicó que el sábado 13 de junio pasado se cortaría el suministro a partir de las 15 horas porque se iba a realizar una "reparación de las extensiones del medidor (el de calle Victoria) por parte de Esval".
Todos se programaron para no abrir sus locales ese día, pero los trabajos no se hicieron. En la semana les avisaron que se harían el sábado 23, pero otra vez los funcionarios de Esval no concurrieron a la galería.
"El día sábado es el que más se trabaja en las peluquerías, pero tuvimos que suspender las horas porque se trataba de una reparación importante. Nosotros no nos oponemos a eso, pero si no vienen... eso a nosotros nos generó pérdidas", comentó Verónica.
Lo peor ocurrió esta semana. A las tres de la madrugada del martes explotó la matriz de agua que estaba con desperfectos y los locatarios estuvieron, otra vez, todo el martes sin agua.
Después de eso ya no aguantaron más y decidieron presentar un reclamo a Esval con el fin de recibir algún tipo de indemnización. "Hemos tratado de ser bien justos y pusimos lo que cada uno perdió en esos días sin trabajar. En mi caso, entre mi compañera y yo, fueron como $250 mil", comentó la peluquera.
Son 15 los locatarios que aseguran haber tenido pérdidas, las que suman más de $3 millones y están dispuestos a llegar a la justicia.
Perdió comida
Renzo Arancibia, dueño del local de comida al paso "Ohana" contó que el día que explotó la matriz perdió una parte importante de la mercadería, como el pan. "Yo compro para el día y ese día me enteré de lo ocurrido cuando ya tenía el pan".
"Acá hay una falta de respeto hacia los trabajadores de la galería, especialmente para las peluquerías y para los que vendemos comida. Yo perdí como $260 mil".
Lo insólito fue la solución que el día martes le dieron a Renzo para que pudiera atender su local: "Me dijeron que ellos me traían agua y yo le pregunté al funcionario '¿usted entraría a un negocio que no tiene agua potable?'. Obviamente me dijo que no. Si no se puede, no lo permite la autoridad sanitaria. A mí no me gusta aprovecharme, yo quiero trabajar, pero lamentablemente nos afectaron. Por eso pusimos la denuncia". J