Consternación generó ayer por la tarde en la concurrida plaza O'Higgins de Valparaíso, el descubrimiento de un feto abandonado en uno de los jardines.
Según la capitán Cinthia Sanhueza, subcomisario de la Segunda Comisaría Central, a las 16.30 horas la Central de Comunicaciones (Cenco) recibió un llamado al 133 de una voz masculina, que alertaba que a un costado de los baños públicos, frente al Teatro Municipal, se encontraba un feto al interior de un envase de vidrio. El personal motorizado constató que efectivamente en el pasto, junto a unas libustrinas, estaba el frasco tipo conservero -de 18 centímetros de largo- con el cuerpo de sexo femenino. La oficial de carabineros explicó que al interior había un feto de unos 12 centímetros en medio de un líquido acuoso. El frasco en su tapa tenía el símbolo de la Cruz Roja, y estaba rotulado en forma manuscrita, indicando que se trataba de un bebé de unos cinco meses de gestación.
La policía uniformada dio cuenta al fiscal de turno, que dispuso las pericias quedaran en manos del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) y la Brigada de Homicidios.
En medio de la expectación de los transeúntes, los especialistas revisaron el cuerpo, y posteriormente lo entregaron al Servicio Médico Legal para análisis posteriores.
fines científicos
Trascendió que por las características en que fue almacenado el feto, que se hallaba en perfecto estado de conservación y estaba rotulado, todo apunta a que se trata de un embrión utilizado como material de estudio con fines científicos en un laboratorio, y no corresponde a un deceso reciente. A pocas cuadras donde fue encontrado el frasco, en la calle Hontaneda, se encuentra la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Por ello los investigadores empadronaron el área en búsqueda de testigos, que permitan ubicar a la persona que se deshizo del cadáver en un lugar totalmente inadecuado, impactando a las personas -principalmente mujeres- que se lamentaron que la criatura fuera botada en la calle sin ningún tipo de consideración. J