En los alrededores del Casino están chatos con drogadictos
"Todos los días, de lunes a domingo, y como desde las 11 de la noche en adelante, los punks junto a los limpia parabrisas y los que viven bajo el puente Libertad, se ponen afuera del Casino a pechar monedas para poder saciar sus ganas de fumar pasta base. Y si no les dan, se ponen violentos y se agarran a pelear con armas y palos".
Este breve relato, que pertenece a uno de los cuidadores de autos que trabaja en las cercanías del conocido Casino de Viña del Mar, es la realidad que se está viviendo por estos días en el sector. Junto a él, otras dos fuentes entregaron fotos y videos a La Estrella para graficar lo que cuentan. Señalan que han pedido varias veces la ayuda de Carabineros, pero que "ellos no se meten" y que incluso, "hasta los clientes del Casino deben andar con dinero extra para calmar a este grupo" que en el invierno ha crecido un poco más.
"Como está haciendo frío, ellos se mantienen en calor con puro copete y pasta base. Entonces siempre están pidiendo monedas a las personas que salen del Casino. Se les atraviesan en el camino y de puro susto les dan porque a veces hasta los siguen a sus vehículos. La gente dice que aparte de traer la plata para jugar y pagar el taxi en algunos casos, además traen para darle a este grupo", señala uno de los jóvenes que, para hablar con este medio, ha pedido que la identidad de todos quede en reserva por temor a ser identificados por los punks que los ubican de vista.
Otro de los entrevistados, expresa que las peleas pueden durar horas y siempre por la plata. "A veces los punks se agarran con los limpia parabrisas por las monedas y otras, se agarran con los zorrones o cuicos que salen de la disco que también andan medios achorados con los copetes. Ahí un punk que se ponga a pelear con uno de esos, se meten todos y queda la grande. Se llama a Carabineros, a veces vienen y otras no, y cuando vienen, atrapan a uno, pero a las dos horas ya anda suelto y de nuevo viene a hinchar para acá", afirma.
En el video que facilitaron a La Estrella, se puede ver como una pelea pequeña termina con todos los punks agarrándose de las mechas con unos limpia parabrisas y algunos clientes del Casino. Los punks andan con armas y hasta con un palo que tiene puntas. "Ese le llegó a una niña en la cabeza y cuando estaba sangrando, le dijo a Carabineros pero ni la pescaron. Es que los punks son muy violentos, si hasta las mujeres pelean como los hombres. Nosotros también tememos por nuestra integridad, porque nadie se mete", declaran.
Pasta base
Los tres entrevistados sindican a la drogadicción como la gran culpable de estos hechos. "Es mucha la angustia. A veces uno los ve buscando y recogiendo las colillas de los cigarros para ocupar las cenizas bajo la pasta base y así fumar en tubos de cañería que tienen adaptadas como pipas. Nosotros los vemos. Y es cuático porque uno ha ido viendo cómo llegaron, más o menos bien, pero con el tiempo están terrible moreteados y con hartos tajos en las cabezas por todas las peleas", dice uno.
Su compañero manifiesta pena también, porque varios de los del grupo son de poca edad. "Hay uno que le dicen el 'Alemán' y me da pena porque a veces estos andan muertos de hambre y me piden comida y pucha, yo cuando tengo les doy y en una de esas, el Alemán me dijo que no dormía hace ocho días por tanto que se droga. Ojalá alguien los pescara y ayudara", comenta.
Por esta misma razón, los jóvenes creen que los "angustiados" se han hecho resistentes a los golpes. "En las peleas uno los ve y, sinceramente, parecen monos porfiados porque les pegan y se vuelven a parar y ahí van otra vez al ataque. Como que no sienten los golpes, al final todo es por la plata que piden para drogarse y estar calientitos", expresan.
Los cuidadores de autos dicen que la única medida que han podido tomar es tratar de llevar una buena relación con los del grupo, pero que aún así están expuesto a peligros por las armas. "Los punks antes eran pocos, pero ahora han llegado más y con más armas. Nos preocupa el verano porque ahí vienen los de Santiago y se agranda el problema... lo triste sí es que estos punks no eran drogadictos, pero la calle les enseñó lo de la pasta base y ahora luchan por las monedas para obtenerla. Lo tragicómico, es que andan con la pura pinta de punk, porque realmente no lo son", manifestaron.J