Con un sufrido empate arrancó la "era Rivero" en Everton
El salto con puño apretado que se pegó el técnico de Everton, Víctor Rivero, tras el gol marcado -en el quinto minuto de descuento- por el juvenil Sergio Riffo y que le valió el 4-4 final en su debut como visitante frente a Unión La Calera en Copa Chile, fue el más fiel reflejo de que en Everton, no mereció y no merecía perder, anoche en Quillota.
Es cierto, el cuadro viñamarino cometió muchos errores en defensa y facilitó en demasía, los arranques ofensivos del rival; pero a su vez, el nuevo Everton -modelo Víctor Rivero- se mostró como un equipo ofensivo, que gusta de jugar a ras de piso y que abre mucho la cancha en búsqueda del arco contrario. Por lo demás, no hay que el olvidar -en el análisis- que por diversas circunstancias, el técnico ruletero no contó con tres atacantes de peso como Ceratto, Viotti y Concistre y que en retaguardia, no pudieron jugar Matías Blázquez (no llegó su pase internacional) y el joven Douglas Estay, que nuevamente tendrá que ser sometido a una operación en su cadera, pero ahora en el sector izquierdo (sufrió una rotura de lábrum).
GUERRA DE GOLES
Tras un arranque de fuerzas parejas, fue el local quien se puso en ventaja a través del argentino Vidal, quien, anticipándose en el primer plano, se adelantó a las marcas -incluida la de Dalsasso- y colocó el 1-0 a los 8'. Seis minutos después y con un golazo de fuera del área, Camilo Ponce colocó la igualdad, dejando estático al meta Aguilera. A los 18', Saavedra metió un "puntete" que fue manoteado por el meta local y dos minutos después, el argentino Gabriel Díaz (que fue improvisado como líbero) le cometió un penal a Michael Silva, que fue convertido por Vidal a los 22'. El empate para Everton llegó a los 24': tiro libre de Saavedra, pivotea Salinas y el propio Gabriel Díaz que le gana el "quien vive" al meta Aguilera. Ya cerca del final del primer tiempo -y en otra desaplicación defensiva de Everton- el ex aconcagüino, Ignacio Jeraldino, sin marca alguna, tuvo tiempo para recibir el balón, controlarlo, peinarse, cambiar de pierna y definir frente al portero... y nadie lo marcó.
Abajo en el marcador, Everton se vio obligado a buscar el empate. Para eso, Rivero ordenó el ingreso de Italo Pizarro (reemplazó a Ragusa), para aprovechar mejor la banda derecha. Con el control del juego -pero sin inquietar mucho- llegó el penal en favor de Everton (falta de Berríos a Saavedra) que Ponce convirtió en el 3-3. Tras ello, el "Huesito" Pizarro se farreó el 4-3 a los 84' y, tras cartón, el joven oriundo de Catapilco, Carlos Sepúlveda, colocaba a los 87 un 4-3 injusto, por el trámite, para los cementeros. Pero apareció Riffo en el quinto minuto de descuento, para empujarla al arco (centro de Salinas) y hacer justicia para un Everton que ya piensa en el clásico porteño. J