"La gente es la que nos hace buenos sacerdotes: ellos son los que nos enseñan", admite el padre Felipe Berríos, quien actualmente vive en una mediagua del campamento La Chimba de Antofagasta.
Metido de lleno en la vida de los habitantes de ese sector, la mayoría inmigrantes, y junto a su perra "Tiñi" -que lo "adoptó" tras llegar a la población- el religioso jesuita reflexionó sobre la actualidad en una entrevista concedida a la revista "El Sábado" de "El Mercurio".
Al comparar la situación que viven los habitantes de esa población con la realidad que vio en África, Berríos distingue entre "dos clases de pobreza".
En ese continente, apunta, existe una "pobreza sin consumo", en la que la gente "vive como marginada del mundo". En Chile, en cambio, hay "una pobreza de consumo, una que crea la sociedad de consumo".
"Para que haya mayor consumo y producción necesitas ir botando cosas. Si nadie cambia de televisor y de refrigerador, no hay necesidad de comprar, y la sociedad requiere decirte que necesitas algo nuevo y se bota lo viejo. Y se van acumulando estos basurales, y gente a la que se mira como basura", advierte.
El sacerdote ahondó en la relación entre la orientación a lo material y la "pobreza con cosas" que existe en la actualidad.
Así, estar "lleno de cosas y desear más" crea "una insatisfacción tremenda, porque vives marginado igual. Por eso, lo que trato de hablar y reflexionar con la gente es que hoy el rico no es el que tiene cosas, sino el que es capaz de decir: no necesito más, puedo vivir con lo que tengo", acota.
CELIBATO
Consultado sobre la renuncia al sacerdocio anunciada recientemente por el padre Rodrigo Tupper, Berríos manifestó que respeta esa decisión.
"Cuando una persona se separa (en su matrimonio), hay gente que reacciona como que hay que aislarlo, o que tiene que vivir como persona de segunda clase. Cuando un cura se sale, es lo mismo. Pero creo que tanto el estar casado como ser cura es un privilegio, y la persona que ha fracasado en ese privilegio ha perdido mucho, y hay que apoyarla y quererla mucho, y desearle lo mejor", indicó.
"Creo que Tupper fue un buen sacerdote, en lo que yo alcancé a conocer de él. Le hizo muy bien a la Iglesia Católica. Yo respeto su intimidad y le deseo que sea profundamente feliz, y agradezco lo que hizo por la Iglesia", añadió.
Al mismo tiempo, el padre Berríos dijo que cree "que el celibato va a ser algo que va a tener que revisarse".
"Cuando entré a la Compañía (de Jesús), el celibato era un signo de generosidad, un signo que hacía más creíble la entrega que tenías. Pero hoy no es nada de eso. Al revés: es un signo de sospecha y que te hace poco creíble. La gente sospecha de los curas porque somos célibes", plantea.
"Creo que siempre habrá religiosos que tengan voto (de castidad), pero que también se pueda ordenar gente casada", agregó. J