"Estamos solos en esto y hace 3 semanas que no sabemos nada"
Ayer, excepcionalmente Edward Olivares su esposa Patricia Gatica y su hija Daphne no estaban solos en la Roca Oceánica. Una decena de turistas extranjeros llegaron hasta el lugar para tomar fotografías, ajenos al drama que enfrenta esta familia de Coronel.
Hace 47 días perdieron todo rastro de Jimmy, un joven ingeniero de 27 años que salió desde su departamento en Santiago tras una semana amarga. Un tema laboral y otro amoroso, resultaron una mezcla difícil de enfrentar, tanto que habrían inspirado inquietantes mensajes para sus amigos y familiares.
Desde el 13 de junio, día en que el automóvil Mazda 3 en que se trasladó Jimmy hacia Concón apareció estacionado en la roca oceánica, sus padres y su hermana no se han movido del lugar.
Búsquedas intermitentes y una burocracia excesiva desaniman a los Olivares Gatica, pero no quiebra la esperanza de encontrar un rastro, algo que les devuelva a Jimmy.
"Nosotros entendemos que este es nuestro dolor, el de nadie más, pero igual nos da pena porque es una persona la que está desaparecida y ha pasado ya mucho tiempo. He intentado hacerme la fuerte, pero lloro todos los días", reconoció Daphne.
Sus padres intentan consolarla aunque no pueden sustraerse del dolor.
"Es un sentimiento diario. Nos sentimos solos, hace tres semanas que no sabemos nada, estamos solos. Hemos recorrido desde Caleta Abarca hasta Quintero. Salimos todos los días", añadió Edward Olivares.
Patricia Gatica no entiende la lentitud en los peritajes. Transcurridos 47 días de la desaparición de Jimmy recién hace unos días tuvieron acceso a las cámaras de seguridad del departamento del joven. "Salió con un pantalón jeans oscuro y un abrigo café", detalló, añadiendo que hasta ahora no han podido saber si efectivamente se realizó la triangulación de su teléfono celular ni tampoco si fueron periciadas las cámaras de seguridad del peaje o las que existen a lo largo del borde costero.
Edward dice que no quiere sonar antisistema ni resentido, pero admite que lamentablemente las personas NN como ellos deben cumplir y ceñirse a los protocolos de las policías y de los estamentos, los mismos que, asegura, se saltan sin problemas cuando se trata de personas "importantes". Y no deja de tener razón: las búsquedas han sido esporádicas y hasta ahora sin resultado.
CUÁNTO TIEMPO
Sin indicios ni nada que les oriente hacia otro punto en la búsqueda, Edward, Patricia y Daphne seguirán con su dolorosa rutina en la roca oceánica.
Por razones laborales, Daphne a regañadientes viajará este fin de semana a Copiapó. Sus padres permanecerán en la zona junto a los abuelos de Jimmy.
"No me pregunten a mí por tiempo, yo vengo sin tiempo, es mi dolor, es mi hijo. No puedo poner un tiempo, no puedo decir lo voy a buscar por dos meses y me voy, sería como dejarlo al aire. Es como sentir que lo estoy abandonando. Y pienso que él me dice 'papá búscame'. Es difícil que otros me entiendan, yo lo vi nacer, estuve en su parto, no me pueden pedir tiempo", explicó con amargura Edward transmitiendo el dolor patente de un padre que ha debido aceptar la indolencia de un sistema que poco empatiza con los sentimientos ajenos. J
La familia de Jimmy pide una revisión más acuciosa del sector, con buzos especializados. "Sabemos que no somos el único caso, pero pedimos eso", plantean.