"Trabajar con adultos mayores es una experiencia inigualable"
La lluvia no representa un impedimento para que sus queridos alumnos asistan a sagradamente a las clases que la joven monitora de danza, Claudia Soto, realiza durante la semana en distintas instancias y clubes del adulto mayor distribuidos en distintos cerros de la Ciudad Puerto.
La bailarina describe su trabajo con la gente mayor como "una experiencia inigualable y enriquecedora, que casi no lo vea como una pega". Lo anterior se genera gracias a la motivación de quienes se organizan y postulan a los fondos que la muni porteña tiene para destinar a este tipo de iniciativas, que van en directo beneficio de su salud física y mental.
"Ellos proponen los talleres que les interesaría realizar, los que son muy variados, van desde actividades más deportivas como gimnasia, danzas folclóricas, y el baile entretenido. Hasta opciones más didácticas como talleres de tejido, pintura y repostería. Y una vez que el municipio los evalúa entrega los fondos para que los cursos se desarrollen durante un año", cuenta la profe.
Y agrega que "muchos de ellos viven solos, entonces no hablan con nadie durante toda la semana. También por esa misma soledad es muy común la depresión entre los mayores, entonces éstas instancias les ayudan mucho".
seres especiales
Claudia asegura que son gente especial, y no son de los que arrancan apenas finalizan las clases, sino que ahí aprovechan el momento para compartir con sus pares, quienes mejor comprenden lo difícil que es envejecer en una sociedad tan hostil e ingrata con los más viejos.
Pero la profesora tiene experiencia y sus técnicas para que los corazones de sus motivados alumnos se llenen de calidez humana y las penas se olviden por un ratito.
"Les digo ¡ya, ahora abracémonos! Y todos nos abrazamos, así creo las instancias para compartir. También les gusta cuando pongo el 'congelado' de Cachureos, todos están bailando y cuando para la música les digo que con el compañero que está al lado conversen los que hicieron en la semana, con el fin de crear más interacción entre ellos", asegura.
Y explica que recurre a eso porque esa es una de las necesidades más latentes de los adultos mayores, el simple hecho de ser escuchados y comprendidos por alguien.
Otra de las características destacables de ellos y ellas es la responsabilidad y el compromiso, ya que se dan el tiempo para realizar este tipo de actividades recreativas a pesar de sus dificultades, las que la mayoría de las veces tienen que ver con temas de salud física típicas de la edad.
Soto explica que "se encariñan con los compañeros y crean lazos sinceros. Son gente muy sensible y emotiva, no temen en decir lo que piensan y sienten".
DANZARINAS FELICES
En uno de los cursos realizado por la profe Claudia en la Caja de Compensación 18 de Septiembre, conocimos a las hermanas Andaur que estaban muy entusiasmadas bailando.
"Yo vengo porque necesito hacer ejercicio para mis huesitos, también participo en otras actividades como karaokes, paseos y bingos. También pertenezco a un club del adulto mayor de Viña que se llama 'Alegre Atardecer', donde hacemos cosas para ayudar a la gente. Nosotros somos parte de la sociedad y necesitamos participar en ella porque estamos vivos, es importante estar en actividad", dice Sonia Andaur, quien llegó convencida por su hermana.
Opinión que comparte su compañera Gumersinda Soto. "Me gusta la gimnasia y bailar, es primera vez que vengo para acá y participo. Así que ahora estoy muy feliz porque tengo más actividades y eso me pone contenta", dice.
Una alegre y conversadora Patricia Morales asegura que "me encantan las clases, voy a cumplir como cinco años viniendo y me gusta participar en todas las actividades de la Caja, soy la primera en llegar y la última en irme, he conocido muy buenas personas que viven solas igual que yo".