En el Paseo Parque Costero Juan de Saavedra, a la altura de Recreo, se ubica la Hermandad de la Costa, una cofradía de 50 "hermanos" que hace más de 60 años, comparte su amor y pasión por el mar. Ayer por la mañana, algunos de ellos estuvieron ordenando y sacando los escombros que les dejó el sistema frontal, pero con bastante humor, ya que al unísono declaran: "Amamos el mar aunque nos haga la desconocida".
Manutara, el lugarteniente de la Nao Valparaíso, explica a La Estrella que los hermanos tienen entre 22 y 80 años y que cuentan con un círculo náutico en donde realizan "clases de patrones de bahía" totalmente gratis. "No tenemos fines de lucro porque todos somos socios voluntarios. La mayoría somos civiles y deben haber unos tres o cuatro uniformados, porque no tenemos nada que ver con la Armada", aclara riendo.
Piratas
En la cofradía, estos hombres que tienen distintas profesiones y oficios, se caracterizan de piratas. "No nos disfrazamos, eso es para niños", dice un hermano, mientras recoge escombros y limpia los pocos recuerdos que ha podido rescatar. En efecto, apenas el techo y algunas paredes les quedaron en pie y todo lo demás fue arrasado por el mar y la arena.
Manutara también está recogiendo algunos de los artículos que se salvaron y a la par, indica que la Hermandad es como un "Club de Toby", ya que pocas veces participan mujeres con ellos. "Aquí no hay mujeres, sólo las cautivas que son nuestras señoras y las esclavas que son las otras. A veces nos juntamos con las cautivas y otras con las esclavas, pero nunca juntas", bromea.
Los piratas detallan que sus juntas son llamadas "zafarrancho" y que para llegar a ser hermanos tienen que pasar por etapas. "Tenemos tres categorías. Los hermanos que somos los consagrados de por vida, los bichicumas que son los que usan una pañoleta amarilla y que son como el ratón de playa, es decir, un mote. Luego de pasar por un período de instrucción por alrededor de dos años, el bichicuma pasa a ser muchacho. De ahí pasa otro período de instrucción y después la Cámara de Oficiales lo puede aceptar para engancharlo como hermano de forma definitiva", apunta Manutara.
Pero antes de todas estas categorías, está la del "polizón", que es la de aquella persona que ha sido invitada por un hermano a participar en dos o tres zafarranchos, pero finalmente "no se engancha como bichicuma". J