"Viniendo a la oficina, en la escala me encuentro con un caballero que me dice que por qué no hicieron las entradas más cerca de la calle. Yo le digo que sí, que en realidad yo me canso y entonces le pregunto si vive aquí. Me dice que sí, y yo le digo: quizás usted me va a encontrar loca, pero... me pasó algo sobrenatural. Y él muy serio me responde: No, usted no está loca, porque yo vivo en la otra torre y todos los días, a eso de las cinco de la mañana, había una mujer que se ponía a taconear fuerte con sus zapatos. Nos despertaba a mi esposa y a mis hijos y por eso la grabé para ir a la administración a reclamar. Pedí que por favor le dijeran a esa mujer que se detuviera y que hasta yo le regalaba zapatillas, pero me miraron y me dijeron que no vivía nadie ahí y que en ese departamento de arriba nunca hubo ocupantes".
Este relato, que pertenece a G.V., una mujer que no quiere revelar su identidad para que justamente no la tilden de "trastornada", es uno de los testimonios que algunos vecinos del condominio Vista Santa Julia, ubicado en Reñaca Alto, cuentan. G.V. que vive en el noveno piso de la torre B, dice que los ruidos son tan fuertes y continuos, que incluso está viendo la posibilidad de cambiarse.
"Una noche estaba en el living viendo la televisión y siento que en el departamento de arriba tiran dos zapatillas al suelo y luego siento que me tocan el hombro. Ya de ese día no di más porque también en la casa me abrían las puertas del lavadero. Yo me quiero ir", señala.
"Es del terror"
Similares experiencias narra D.S., también residente del block B y que muy temerosa, indica que en el departamento vacío de arriba suceden cosas extrañas.
"Llegué en mayo a vivir y luego en junio empecé a escuchar los ruidos. Después en julio reclamé a la conserjería y ahí supe que no era la única a la que le pasaba esto. Al principio yo decía que los vecinos del departamento 1015 eran bulliciosos porque en la noche corrían los muebles, que son desubicados y me decía que cómo voy a reclamar si igual a veces hago carretes. Pero bueno, los ruidos siguieron y una vez cuando vi que una persona estaba reclamando en la conserjería, aproveché de contar lo que me pasaba", expresa D.S. Y ahí se enteró de la verdad.
"Les dije que me tenían chata los vecinos de arriba, que los muebles, tiran la cadena del baño, saltan... y siempre como a las 23.45 y al conserje me mira y me dice que no vive nadie hace mucho tiempo y yo oh, no y dormí con las luces y tele encendidas", relata.
Pero, eso no es todo lo que le ha tocado vivir a esta joven. Porque también le pasó que vecinos reclamaron por ella. "Yo pensaba que era por los carretes, pero no, el reclamo era por los niños que metían mucha bulla en las tardes, saltando, tirando bolitas... y yo no lo podía creer porque salgo temprano con ellos, los dejo en el colegio, después el abuelo los pasa a buscar y se los lleva a su casa y de ahí yo paso a buscarlos y me los llevo a la noche al departamento. No están en todo el día", declara sorprendida.
Por esta razón, también está viendo la posibilidad de cambiarse de residencia. "Este condominio ya es del terror, no sé si lo habrán construido encima de un fundo o de un cementerio, pero ya es demasiado. No puedo estar pagando para que me penen", dijo la viñamarina. J