Fue a mudar a su hijo recién nacido y encontró una niña
E l que debiese haber sido uno de los días más felices en la vida de Miguel Ángel Vega y Karina Vargas, por el nacimiento del hijo que esperaron durante nueve meses y llevaría por nombre Josué, se transformó en una pesadilla.
El parto se realizó en la maternidad del Hospital Van Buren, aproximadamente a las 05.00 de la mañana del domingo. Hasta ese momento todo había salido bien: la madre y el niño, cuyo sexo había sido comprobado en dos ecografías durante el embarazo, estaban en buenas condiciones de salud y personal del hospital realizó el protocolo correspondiente tras un parto. El supuesto niño fue limpiado, pesado, examinado, vestido e inscrito en las fichas de registros de recién nacidos del centro hospitalario porteño. Luego permaneció cerca de una hora con sus padres para crear apego.
Miguel Vega asegura que "una vez que el bebé nació, lo taparon con un pañal y se lo pusieron en el pecho a mi pareja; ahí vino una niña que lo envolvió con una mantita y se lo llevaron. De ahí en adelante se demoraron dos horas y media en decirnos su peso y estatura, lo que me pareció extraño, porque yo tengo otros tres hijos, entonces tengo experiencia en partos y sé que uno como padre está presente cuando pesan y miden a las guaguas, pero acá se lo llevaron dos horas y media, y luego lo trajeron vestido para que nosotros lo tuviéramos", describe extrañado el padre.
Y continúa: "Ese mismo día vinimos en el horario de visitas con mis hijos y los de mi pareja a conocer al nuevo integrante de la familia. Hasta ese momento todos estábamos convencidos de que era Josué. A las 15.00 horas nos retiramos del hospital, y más tarde me llamaron porque mi pareja, ni siquiera ellos, mi pareja Karina fue a cambiarle el pañal y se dio cuenta que era niña".
EXAMEN DE ADN
El padre, visiblemente afectado por la situación, dice que no puede entender cómo ningún funcionario del Hospital Carlos Van Buren se dio cuenta de que la niña tenía una pulsera que afirmaba que era de sexo masculino. Y su angustia es mayor al no tener la seguridad de que la bebé sea su hija y que haya sido cambiada por el hijo que esperaban.
"La cuestión del sexo, si es niño o niña, no es el tema, sino la negligencia del hospital; además si por algún motivo fue un cambio de bebés, mi bebé se estaría yendo con otra familia mañana (hoy). Lo peor es que aún no he podido acercarme bien a la guagua porque no estoy seguro que sea mi hijo o hija. Por eso exigimos que le realizaran el examen de ADN", apuntó Vega.
Durante el día de ayer, la madre autorizó la firma para realizar el examen a la guagua y la muestra será enviada al laboratorio en la capital. Por lo que a partir de hoy y en tres días más deberían conocerse los resultados y así la familia de la inocente lactante por fin podrá estar tranquila y entregarle todo el amor que merece tras su nacimiento.
"Hoy (ayer) yo pensaba ir a inscribir a mi hijo al Registro Civil. Imagina el tremendo problema si hubiese inscrito a la niña como niño. Nosotros no nos moveremos de aquí hasta que nos den una respuesta del hospital y nos expliquen con lujo de detalle qué fue lo que pasó, y que los responsables den la cara", apuntó Miguel Ángel Vega.
SUMARIO INTERNO
El director del cuestionado Hospital Carlos Van Buren, doctor Juan Castro, asumió que el hecho se debió a un error administrativo al interior del recinto, pero descartó que se trate de un caso de intercambio de guaguas.
"Iniciamos una investigación sumaria, existe un error administrativo porque no hay cambio de bebés y por los horarios del nacimiento tenemos la certeza de que el bebé que se recibió fue una niña y no un niño, como ellos pensaban por el tema ecográfico. Lo demás es materia de investigación". J