Estatuaria
Con la denominación de estatuaria se denomina al oficio que con las técnicas escultóricas se crean obras de arte monumentales pero aplicadas a monumentos, esculturas o conjuntos para espacios públicos. Ya sean conmemorativas o alusivas a algún personaje o acontecimiento que deba ser homenajeado o reconocido por su importancia histórica o social. Todas las ciudades tienen monumentos conmemorativos o recordatorios a los que se les reconoce y respeta. En Valparaíso tenemos un creador de tales obras.
La estatuaria nació en la Grecia clásica y luego se practicó en Roma, posteriormente reapareció con el renacimiento para continuar en los siglos posteriores hasta el presente. Son pocos los escultores que incursionan en la estatuaria y en esta época son cada día más escasos. Nuestra ciudad cuenta con un de los escasos cultores de ese antiguo oficio y que ejerce esa labor artística en el tradicional barrio Almendral.
Al ingresar al taller del escultor Francisco Javier Torres (autor del escudo nacional en el congreso, del monumento a Larraguibel y restaurador de los atletas del estadio de Playa Ancha) y al traspasar el umbral de una antigua puerta el visitante se encuentra transportado al mundo helénico. En un barrio lleno de locales dedicados a talleres de vehículos constituye una verdadera sorpresa y un remanso encontrarse en ese taller con figuras de gran tamaño, bustos de seres tomados del mundo clásico, Venus, afroditas, atletas, figuras místicas y personajes de la historia surgidos de la mano y del oficio del escultor.
Su taller es como una ventana a la historia clásica, un lugar donde el pasado se conecta con el presente y donde el visitante se encuentra con otra de las sorpresas que ofrece Valparaíso. Es inimaginable para el que recorre la ciudad que tras esa vieja puerta haya un vínculo con la historia. Valparaíso en ese lugar ofrece y nos conecta con el arte y con esculturas que nos contemplan desde hace siglos.