"Iba por la carretera y cuando tomo la variante Agua Santa me encuentro la calle toda tapada con troncos de árboles, ramas y alambres de púa. Me detuve para buscar cómo atravesar todo eso y de pronto siento que empiezan a pegar en los vidrios y en el techo. Ahí veo como seis siluetas, estaba muy oscuro. Mi pareja estaba muy asustada, entonces acelero y me voy".
Lo que parece una escena sacada de una película de zombies le ocurrió a Marco Varas la madrugada del sábado a la altura de la Universidad Viña del Mar, cuando iba a dejar a su polola desde Curauma. Al parecer la intención de sus atacantes era robarles. "Yo creo que era eso, al menos eso le ha ocurrido a otras personas. En mi caso le pegaron con un fierro al techo del auto y lo abollaron".
Algo similar le ocurrió al estudiante Nelson Martínez alrededor de las 2 de la mañana del pasado domingo. En su caso él iba subiendo por Agua Santa rumbo a Curauma en su Fiat Palio. "Cuando iba llegando al sector de Rodelillo vi a un grupo de seis personas en la orilla. Como me pareció extraño bajé un poco la velocidad, pero antes de pasar vi que se empezaron a acercar mucho y comenzaron a tirar piedras. Ahí aceleré. Las piedras golpearon las puertas y menos mal que no alcanzaron los vidrios".
Esta situación tiene muy preocupados a los conductores que utilizan a diario dicha vía, especialmente a los residentes de Curauma, quienes han utilizado las redes sociales, como Facebook, para dar a conocer estos hechos que se producen especialmente en la Ruta 66, en el sector ubicado un poco más arriba de la Universidad Viña del Mar, al frente de la población Juan Pablo II. El actuar de los autores de los ataques es casi siempre el mismo: ponen barricadas en la vía para que los autos se detengan y luego los atacan con la intención de robar.
parabrisas roto
Quien también fue víctima de este grupo de desconocidos es el seleccionado nacional de remo, Bernardo Guerrero. Su auto recibió un piedrazo en el parabrisas y por suerte ni él ni su polola resultaron heridos. "Iba a dejar a mi polola a Viña del Mar, eran como las 00 horas del 10 de septiembre y al pasar la curva de la Universidad Viña del Mar había como 5 ó 6 personas, frené, sabía que me iban a tirar una piedra porque la vi y gracias a eso no me atravesó el parabrisas. Ahí unas personas le empezaron a pegar con un palo al auto y aceleré", contó.
Al principio el deportista pensó que se trataba de una protesta, ya que era la madrugada del 11 de septiembre, pero tras averiguar más, se dio cuenta que los ataques se están haciendo habituales. "Las autoridades tienen que hacer algo, no pueden esperar hasta que a una persona le ocurra algo grave", advirtió.
Esa misma noche, una camioneta tipo van de la empresa de transporte privado Duvega también fue apedreada. Karina Durán contó que "el vehículo había ido a dejar a unas personas y cuando venía de vuelta se encontró con unas 40 personas y empezaron a apedrear el vehículo. Fue una experiencia atroz y traumática para el chofer, que era mi hermano. La agresividad de la gente fue desmedida". Los atacantes alcanzaron a sacar un bolso de la van.
Desde aquel momento, en esta empresa optaron por no pasar más la Ruta 66 y dar la vuelta por Valparaíso. J