La delincuencia tiene en vilo a los conductores de una línea de taxis colectivos, que cumple recorrido entre el plan y el cerro Rodelillo.
El flagelo está afectando a choferes de la empresa Tauro, los que no han podido ejercer su rutina diaria con tranquilidad y seguridad.
MODUS OPERANDI
Desde hace 13 años que Miguel es uno de los choferes de la línea. Señala que los problemas comenzaron hace un mes y medio a la fecha. "El último tiempo hemos tenido una ola de asaltos bastante numerosa", afirma de entrada. El escenario de los delitos se focaliza en las poblaciones Básica y Juan Pablo II, en el límite con cerro Los Placeres. Los paraderos 17 y 19 también son proclives a los ilícitos.
Respecto del modus operandi de los antisociales, se indicó que los sujetos en diferentes puntos del cerro abordan los vehículos simulando ser pasajeros, y piden ser llevado a las citadas poblaciones. Esperan que los choferes queden solos y allí revelan sus verdaderas intenciones, cuando los intimidan con armas cortopunzantes o de fuego. Por lo general se ubican en el asiento trasero para amenazar por la espalda a las víctimas, que bajo intimidación sólo tiene que entregar la recaudación de la jornada, celular, billetera u otras pertenencias de valor. Felizmente no les han sustraído sus vehículos. "Muchas veces uno trata de defenderse pero contra una pistola no se puede hacer mucho", comenta Miguel.
BALEADO
Los atracos son en su mayoría en jornada nocturna pero el suceso más grave aconteció a plena luz del día, a las 15.30 horas del miércoles de la semana pasada. En la población Juan Pablo II asaltaron al chofer C.P., de unos 37 años, de la línea Centauro, a quien balearon en el abdomen para robarle plata y especies personales. Hoy se recupera de forma satisfactoria en el hospital Dr. Eduardo Pereira de San Roque. Otro colectivero fue atracado de noche, lo golpearon bastante para quitarle lo recaudado en el día.
Cansados de este panorama días atrás los colectiveros -con sus vehículos pintados con la frase "No más asaltos"- en caravana bajaron del cerro al plan tocando sus bocinas en señal de protesta. "Casi a diario tenemos problemas. Estamos pidiendo mayor seguridad y resguardo, porque la tenencia de carabineros de Rodelillo no da abasto para la cantidad de gente que hay. Sabemos que no es culpa de Carabineros", sostuvo uno de los afectados.
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