"Indio Pícaro" casi muere congelado en Dinamarca
Phillippe Díaz es un calerano conocido como "El Indio Pícaro" en Europa, pues allí vende estas y otras artesanías chilenas. Abrazó el arte de la danza folclórica y en especial los ritmos de Isla de Pascua, arte que llevó más allá de las fronteras y que ha paseado por distintas ciudades de Europa. Radicado en Barcelona, España, se mueve a donde lo llamen.
Durante el fin de semana pasado, recibió la invitación de otra chilena radicada en Europa, Gricell, para que la acompañara a Dinamarca. "Ella usa el apellido de su marido que es de allá. La conocí en el campeonato de Eurocueca que se realizó en Noruega. Ella animaba y al verme bailar, estaba muy entusiasmada en llevarme a bailar a Dinamarca", parte contando de entrada Phillipe Díaz.
Este calerano ya había tenido malas experiencias, pero igual confió. "La primera vez hubo inconvenientes porque no me gustó lo controladora que era, pero creí que había cambiado y que esta vez haría las cosas bien", explica el experimentado bailarín.
La idea de Phillippe era vender unas artesanías en Dinamarca, donde la colonia chilena y latina residente serían un buen mercado. Pero estando allá, comenzaron los problemas.
MALAS INTENCIONES
-Ella me pagó el pasaje de avión, pero no compró el ticket de vuelta y así me obligaba a hacer lo que me pedía. Llevé mi artesanía y pidió a otra persona que la vendiera. Ella se quedó con el dinero que después supuestamente me lo daría, cosa que nunca sucedió. Eran indios pícaros, collares de Rapa Nui, atrapasueños; productos que jamás volví a verlos. Tampoco el dinero que se hizo con las ventas. Incluso me tomé una foto en el stand, pero Gricel, me tenía prohibido tocar el dinero.
-Se me insinuaba. Estando su marido danés en el living, ella me molestaba en la habitación en que me estaba hospedado. Fue muy desagradable la verdad, porque yo también tengo una relación estable.
Según Phillippe Díaz, al rechazar las propuestas de quien lo llevó a Dinamarca y lo hospedó en su casa, fue dejado prácticamente a la deriva, sin un lugar donde quedarse y con una temperatura que no llegaba a los cero grados.
-Caminé hasta un río grande que hay en Copenhagen, creí que ahí podía quedarme. Pero había un bar cerca y pensé que podía tener wifi. Como me defiendo con el inglés, me dieron la clave y me comuniqué con unos chilenos que están en Suecia. Me ofrecieron ayuda de inmediato un compatriota llamado Arturo Cáceres. Me ofreció su casa, pero en Estocolmo.
CASI SE CONGELA
El haberlo dejado librado a su suerte, es lo que más le reprocha Phillippe Díaz a esta compatriota a la que acusa de este maltrato. "Hay una especie de códigos entre nosotros los inmigrantes: a nadie se le deja en la calle. Menos si es en un país tan frío como los de la zona de escandinavia, porque aquí la gente puede morir en la calle congelada si se queda afuera. Eso me causaba terror de sólo pensarlo", confiesa.
Al final, este calerano patiperro se valió del dinero que tenía en su tarjeta de crédito -"el que gané trabajando el verano pasado en España"-, para poder regresar a Barcelona, tomando primero un bus al aeropuerto de la capital danesa y después abordando un vuelo a la ciudad condal.
Sin embargo, Phillippe Díaz aún no puede dejar atrás esta mala historia, pues su ex amiga Gricell, habla pestes de él por Facebook y lo trata de dejar mal ante otros chilenos radicados en Europa.
"Lleva días escribiendo todo lo malo que puedes inventar sobre una persona", dice Phillippe, sobre un conflicto que no termina.
La Estrella de Quillota intentó tomar contacto con Gricell para obtener su versión de los hechos, sin embargo hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta por parte de la mujer. J