"Pensé que nos íbamos a caer a toda velocidad"
Cuatro adultos y cinco niños de entre 5 y 7 años, se suben al ascensor Concepción para dar un paseo en el cerro Alegre. Carolina Casas, una de las mamás de los pequeños, observa en su celular que son las 13.30 horas del domingo y que el día está ideal para pasarlo en familia. En eso, el funicular comienza a subir lentamente, dejando atrás la inmensidad de la costa porteña. Todo sucede como de costumbre, hasta que la mujer nota que se están acercando demasiado pronto a la cima y que el ascensor no disminuye la velocidad.
- Vamos a chocar. ¡Agárrense de las manillas! - exclama con preocupación.
Acto seguido, el funicular choca con la caseta del operador y todos los pasajeros quedan tiritones. En especial los niños, que se ponen a llorar porque se golpearon la cabeza y los brazos.
"La gente que estaba esperando para bajar se acercó a ayudarnos. Una señora abrió la puerta, nos preguntó cómo estábamos y rápidamente sacaron a los niños. Después salimos nosotros, los adultos, y cuando el conductor del ascensor salió de la caseta, el ventanal se cayó por completo. Estábamos bastante asustados porque yo pensaba que nos íbamos a caer para abajo a toda velocidad porque los frenos no respondían", relata Carolina, agradeciendo que el accidente no haya pasado a mayores.
El conductor, que también estaba helado por el choque, no sabía qué decir. "Desde hace un tiempo habíamos decidido destinar los domingos a pasear en los ascensores y nunca nos había pasado algo así. Ningún representante ni encargado se nos acercó a ver cómo estábamos y el conductor, que también estaba impactado, sólo nos decía que no le funcionaron los frenos. Al final no quise hacer escándalo y sólo me devolví a tomar una foto para compartir lo que pasó en Twitter", apuntó la porteña. J