En una festividad tan connotada como lo es la virgen de Lo Vásquez, no podía faltar lo extraño y peculiar. En esta oportunidad, llamó la atención una mujer de aproximadamente unos 70 años, que con una bolsa negra colgando en uno de sus brazos, repartía extraños mensajes fotocopiados en hojas de oficio.
Para hacerlo, se acercaba a mujeres jóvenes en específico, preguntando dónde quedaba la sección de Confesiones. Así, cuando le daban las coordenadas, ella aprovechaba de pasar el papel que contenía varios recados alusivos al sexo y a los daños que pueden provocar en la piel. La Estrella también tuvo la oportunidad de conversar con ella.
- Hola, ¿dónde están los curitas para confesarse? - preguntó la mujer, que por ningún motivo quiso revelar su nombre.
- Atrás de la iglesia, antes de llegar a la capilla.
- Ah, muy bien. Mire, le entrego esta información muy valiosa. Pero por favor guárdelo altiro, no lo lea ahora, es sobre el Sida, el sexo oral, el semen... lesbianismo y homosexualidad. La parte de atrás es para los hombres.
- ¿Quién es usted? ¿de qué trata todo esto?
- Eso no importa. Mi misión es abrir los ojos de las personas.
La mujer continúa el camino y repite la misma operación con otra joven. Ésta queda descolocada con el papel y lo rompe. La Estrella está a punto de hacer lo mismo, pero primero lo lee por ambos lados. Es bastante incoherente. Aquí algunos de los fragmentos: "Revisa la lluvia de tu ducha: que no esté intevenida con caca. Dios es amor y perdón... por piedad, controla tus ansias de sexo (...) Nunca tatuajes, éstos tarde o temprano serán leídos por el cerebro radar perfecto y al no poder descifrarlos, la víctima tendrá visiones o alucinaciones (...) Brebajes hechos con saliva, semen, orina, excrementos es para cazar esclavos sexuales. Nunca jamás regales zapatos usados, se enfermará el pobre..."
"El pan sano lo hace una mujer, sin sexo anal, oral, manual y ojalá sin fármacos, drogas ni píldoras anticonceptivas. Tampoco alcoholismo ni tabaquismo. Todo lo tóxico se expulsa por los poros, sudor y saliva (...) Medita sobre el condón: la lesbiana no usa e igualmente muere de Sida. Dios sane tu sed de fornicación".
Juzgue usted. J