Conozca la casa con mayor espíritu navideño de todo Valparaíso
En las últimas semanas de noviembre, Hilda Gonzáles está preocupada de armar el árbol de Navidad, las luces y el pesebre. Su casa sufre una transformación radical cada vez que se aproxima diciembre, porque el día 25 se celebra la Navidad: su fecha favorita.
La porteña es nacida y criada en el cerro Florida, donde pasó sus primeras Navidades, las que siempre fueron muy adornadas y decoradas con los arreglos que su padre llevaba. "Mi padre trabajaba en la compañía Sudamericana y traía del extranjero todas las figuritas, porque a mi siempre me han gustado esas cosas. A mí me encanta la navidad", cuenta Hilda.
hasta en el baño
La fiebre pascuera de Hilda comienza en noviembre, cuando levanta la bandera de la Navidad, literalmente porque en el mástil de su casa coloca una bandera navideña. Lo primero que coloca es el arbolito y el pesebre, desde ahí el espíritu navideño se empieza a esparcir hasta el resto de la casa, pues todas las habitaciones están llenas de elementos alusivos a la fecha. El living, el comedor, los dormitorios, la cocina, la fachada, el techo, el patio y hasta los baños estan llenos de luces, decoraciones, guirnaldas y una infinidad de elementos relacionados con el arribo del viejito y el nacimiento de Jesús.
La ardua tarea de transformar la casa requiere un trabajo de relojero; ya que cada rincón, desde los renos en el techo hasta la tapa del inodoro, tienen un motivo navideño. "Mi esposo me ayuda a colocar los adornos, nos demoramos como cinco días o una semana en terminar de decorar toda la casa", indica la porteña y agrega que aún le faltan algunos últimos detalles.
Las luces, renos y la decena de viejos pascueros que habitan la casa de Hilda, la convierten en un punto de atención obligado para su familia y es sagrado pasar la Nochebuena en su casa. Además, los vecinos suelen asistir a su casa para ver los nuevos adornos que compró y a sacarse fotografías en la vivienda navideña, que se convirtió enla atracción del cerro Florida cada vez que el calendario marca diciembre.
UNA INVERSIÓN
Naturalmente, la decoración de la casa navideña tiene un importante costo, pues sumando todos los elementos decorativos y la cuenta de la luz por tener encendidas las luces durante todo el mes de diciembre sale caro. Aunque no quiso revelar cuanto paga a la compañía de electricidad, Hilda reconoce que mantener viva la Navidad en su casa es un importante gasto para su presupuesto, pero cree que vale la pena. "No puedo decir cuanto sale la cuenta, pero se gasta. Es una vez al año no más, para agradecer a Dios por todas las cosas que nos ha dado y para mi éste es el regalo que yo le hago a él, iluminando mi casa", dice orgullosa.
La eterna colección pascuera de Hilda va creciendo año a año, pues sigue comprando decoraciones cada vez que encuentra un nuevo elemento llamativo que pueda colocar en los pocos rincones desnudos de su hogar.