"Me tomaré un año sabático, estudiando un día a la semana"
En junio del 2012 Jorge Ormeño retornó a Wanderers tras 8 años en Universidad Católica. El viñamarino estaba feliz con su regreso a casa, pero tres años y medio más tarde, recuerda que todo lo que empieza mal, termina de la misma forma. Es que el campeón del 2001 había querido volver antes, pero no le habían abierto las puertas y cuando regresó se le dijo que prácticamente no iba a jugar, situación que claramente no fue así y terminó cumpliendo 500 partidos como profesional.
A casi dos semanas de ser informado de su salida del club, todavía el "Negro" tiene pena. Han sido días muy complicados y más que sentir el tema de leer un comunicado, explicando que sabía que era su último contrato (situación que él desmiente), le duele el hecho de que no lo hayan considerado y no lo quieran los dirigentes, estando completamente vigente.
La conversación se da en su complejo deportivo, el que se ubica en el segundo sector de Gómez Carreño, donde nació y se crió, rompiendo el silencio con la prensa local, la que siempre priorizó a diferencia de la capitalina.
"Todo ha sido muy duro, hay sentimientos de decepción, de mucho apoyo de la gente y de cariño que nunca antes había visto. Fue una semana súper turbulenta y me pone incómodo siendo la noticia. Mi carrera siempre fue así, de bajo perfil, cuando me buscaban me encontraban, pero siempre quise que se fijaran más en mi rendimiento en cancha", comenta Ormeño, quien tras conocer la decisión de la dirigencia, volcó su pena en una pichanga de fútbol con sus amigos.
El motivo de su salida
"Los compañeros y los hinchas son lo más noble que queda en el fútbol actualmente. Respecto a mi salida no sé la interpretación que tuvieron ellos. No me puedo poner en su cabeza y saber que piensan, pero la forma textual en que me dijeron nunca fue: Ormeño, este es tu último contrato en Wanderers, el club no está dispuesto a seguir renovándote. Eso nunca me lo dijeron, Yo hablé con Jorge Lafrentz para renovar mi vínculo con el período exitoso que tuvimos (el 2014) a punto de ser campeones, era lógico que me merecía una renovación por lo que había hecho, pues era la mejor campaña de la Sociedad Anónima, era lógico que me renovarían o iban a dejar que el mismo plantel siguiera. Entonces, me lo gané en cancha y la única conversación que pudo ser mal interpretada fue la que me ofrecían 6 meses o 1 año y yo le dije 1 año porque quería jugar Copa Sudamericana, pero ustedes (prensa) saben que mi carrera ha sido así, que es mi rendimiento el que me va a servir de evaluación, pues si empezaba a jugar mal yo mismo iba a agarrar mis cosas y me iba a ir y no fue el caso. A mi se me despidió porque según ellos se me acababa el vínculo el 2015 y porque además tapaba a los jóvenes. Eso último me dolió mucho, lo encontré bajo, pues yo lo que más quiero es ayudar a que jueguen los jóvenes. Que me digan eso es un golpe bajo", explicó en extenso el 8 porteño.
el comunicado
Tras la reunión del 16 de diciembre, el 24 Ormeño accedió a conversar con Juan Gutiérrez y el director Gonzalo Serrano en Mantagua, cita que selló el final.
"Se me presentó un escrito que yo debía decirlo textualmente a la hora de renovar, pero a mi no me pareció, pues la mala interpretación fue por parte de ellos (dirigentes). Es que siempre supieron que yo quería seguir jugando, tanto cuando llega Juan Gutiérrez como después en septiembre, momento en que quise renovar", detalló Ormeño.
Su retiro
"Hay entrevistas que indicaban el camino a seguir por los dirigentes, pues una de ellas Juan (Gutiérrez) declara que se va a hacer con Ormeño lo que él decida hacer, pero estoy pagando el costo por cosas que yo jamás dije. Al saber que el directorio en pleno no apoyaba mi vuelta sin leer ese escrito, decidí que ya no había vuelta atrás, porque no puedo trabajar con gente que no te quiere. Es muy difícil verse a la cara y yo lo que más quiero es que le vaya bien al club. No ser una piedra en el zapato para nadie y desearle el bien a mis compañeros, al nuevo técnico y a Wanderers, para que haga buenas campañas. Es por eso que me voy algo decepcionado, pero ojalá el tiempo me ayude a borrar la imagen que tengo hoy", añadiendo que "no hay vuelta atrás porque yo accedí a abrir las puertas para un posible retorno dándole las gracias al hincha, pues es impagable todo lo que han hecho por mi. Pero encontrándome con esta carta, que finalmente no es lo más importante, pero si lo es, el hecho de que no me quieren, es muy fuerte y no puedo seguir".
Respecto de su conversación con Juan Gutiérrez, el también denominado "Leyenda Viva", resumió ese encuentro como frío y calculador: "No hablar con alguien que tenga raíces en el club y piense como uno o que sepa lo que di por el club, es difícil, se torna todo más frío y calculador, quizás porque no sabe de historia wanderina".
Su futuro
Con un proyecto deportivo ya iniciado, el "Negro", comienza a perfilar su despedida y su futuro. "Me tomaré un año sabático, estudiando sólo los lunes (INAF), y ya desde el próximo año (2017) empezar a trabajar de lleno. Igual tengo opciones para ver escuelas en el extranjero y tomar esa experiencia", dice pensando en voz alta y tirando líneas hacia lo que viene.
"Como no me despedí en cancha, me gustaría darle gracias a mi familia, en especial a mi señora e hijos.Ni siquiera pude regalar mi camiseta en el estadio, pues se suspendió el partido con Colo Colo, por lo menos se la pude regalar en la Navidad Panzer a la tía Lauri", dice con cierta conformidad Ormeño. J