El arte musical
Para alejar el Alzheimer, la demencia senil y mejorar el ritmo y la cadencia de la escritura en prosa, decidí estudiar violín. Por mucho tiempo había usado el término "tengo oído de tarro" para disculpar mi carencia musical. Por dos años he tomado clases con un avance adecuado a la edad en que los sentidos declinan. La experiencia me ha dejado ver la importancia del aprendizaje de la música, principalmente en las edades formativas del ser humano, porque se desarrolla la precisión, acuciosidad, perfección, psicomotricidad, concentración, tenacidad, memoria, autoestima y otras capacidades que indudablemente sirven para asimilar otras materias. Pronto se reconoce la virtud de la constancia, y se aprecia el arte musical interpretativo como parte de la felicidad. Ya en mis tiempos de escolaridad se escatimaban las horas del ramo musical y era la nota para subir el promedio. Actualmente me dicen que es un ramo extra programático voluntario. Una lástima, por no decir tremenda equivocación.
Marcos Concha Valencia