El tema que hoy me lleva a escribir es el nuevo aniversario de La Estrella de Valparaíso, por lo que comienzo saludándola muy afectuosamente en su cargo de directora y a través suyo a todos los que forman parte de su vasto equipo de colaboradores.

Sin lugar a dudas no podría haber mejor momento para cambiar de folio que justo a la llegada del nuevo año, sinónimo de realizar el justo balance.

Todas las vivencias del teatro se viven al entrar en las páginas de La Estrella de Valparaíso, como las alegrías por un sueño cumplido, las penas por las tragedias tan propias del puerto y todas pintadas en un lenguaje cercano y abierto.

Recuerdo los pilares básicos en los que se sostiene la relación de una empresa con sus clientes, en el caso de Uds. los lectores, ellos son la Amabilidad, Profesionalismo y Precisión, el primero se hace presente en el tono de sus escritos en cada página, el segundo forma parte del ADN de La Estrella de Valparaíso y en cuanto a la precisión es la rigurosidad periodística.

Es para mí el momento adecuado para agradecerle a Ud. la oportunidad que me brinda de expresar mis opiniones, en mi estilo en las páginas de La Estrella de Valparaíso, por favor extienda mis agradecimientos a quienes corresponda…

La labor de los diarios en el Chile que hoy nos tocó vivir ha sido clave para conocer tantas verdades que permanecían ocultas, la sagacidad, el interés por informar, por buscar la verdad los han llenado de agradecimientos por parte de la ciudadanía y La Estrella de Valparaíso forma parte de ese selecto grupo…

Las letras finales son para reiterar mis saludos y felicitaciones a todos en La Estrella de Valparaíso, muchos éxitos en los desafíos del nuevo año, les insto a continuar formando parte del corazón de los porteños, quienes todos los días (excepto los domingos) salen a buscar su Estrella de Valparaíso…

Atentamente

Luis Enrique Soler Milla.